El enfrentamiento entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich provocó la primera ruptura formal de Pro. Los diputados y senadores que responden a la ministra de Seguridad y su aliado Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, decidieron hoy fracturar los bloques en la provincia de Buenos Aires y crear el espacio Pro Libertad.
“Seguimos siendo del Pro y, por eso, nuestra obligación es acompañar el cambio. La libertad no se negocia, se defiende. El cambio es ahora y sin especulaciones”, indicaron los legisladores leales a Bullrich en un comunicado. Lo firman Florencia Retamoso, Sofía Pomponio, Abigail Gómez, Fernando Campagnoni, Oriana Colugnatti y Daniel Reich.
La jugada es parte de la contraofensiva que planearon Bullrich y sus fieles después de que la mayoría de los sectores con peso territorial en Pro en Buenos Aires coordinaran la movida para vaciar de poder a Reich, actual titular de Pro en Buenos Aires y esposa de Valenzuela, y quedarse con el partido para iniciar una reconfiguración. El grupo que integran Jorge Macri, Néstor Grindetti, Guillermo Montenegro, Diego Santilli y Soledad Martínez, entre otros, promueve a Cristian Ritondo, aliado de Mauricio Macri, como nuevo presidente del partido.
Reich, sostenida por Bullrich y Valenzuela, denunció un “golpe institucional” para quebrar el consejo directivo y acelerar el recambio de autoridades. “Quieren confundir. Estamos en Pro y vamos a seguir estando, sin especulaciones ni condicionamientos”, dicen los feligreses de Bullrich tras la ruptura. Fuera de micrófono acusan a Macri de tensionar con Javier Milei para conseguir puestos codiciados para sus leales o pasarle factura por la escasa influencia que tiene en la toma de decisiones del nuevo gobierno.
Los armadores de Bullrich aclaran que por ahora la jugada se circunscribe a la provincia de Buenos Aires, pero su expansión dependerá de la actitud que adopte Macri. Sospechan que podría incumplir el acuerdo para que la ministra de Seguridad de Milei asuma la Asamblea Partidaria. Por caso, qué posición tomarán ahora los bullrichistas que conforman la bancada de Pro en Diputados, como Damián Arabia, Silvana Giudici o Laura Rodríguez Machaco. El divorcio Macri y Bullrich también plantea un dilema de identidad para Hernán Lombardi o Fernando Iglesias, el nuevo “batallador” de ideas de Milei.
“En este momento histórico ratificamos nuestro apoyo total al cambio profundo y el esfuerzo por llevarlo adelante que está haciendo el Gobierno nacional”, indica el comunicado.
La bancada de Pro en Diputados es conducida por Agustín Forchieri, hombre de confianza de Santilli. Cerca de Forchieri asocian la ruptura con la pelea nacional entre Macri y Bullrich por el liderazgo de Pro. “Los que se van, lo hacen de buena manera”, indican. Fuentes ligadas a la conducción de la Legislatura bonaerense presumen que ahora se abrirá una disputa por el nombre. ¿Podrán los bullrichistas usar las palabras “Pro” y “Libertad”?
En las últimas horas escaló la tensión entre Bullrich y el macrismo. Si bien ella relativizó el tema y se jacta de ser la dirigente nacional de Pro con mejor imagen en las encuestas, sus laderos despotrican contra Macri y Ritondo, quien los acusó de querer “afiliarse” en La Libertad Avanza. Los macristas consideran que Bullrich y los suyos pretenden acelerar una fusión con los libertarios. De hecho, no digieren que Bullrich, Reich y Valenzuela hayan armado un acto con Sebastián Pareja, armador de Milei en Buenos Aires.
Valenzuela, quien tiene un vínculo con Milei hace años -se conocieron mientras cursaban en la Universidad de Belgrano-, fue uno de los principales socios de Larreta en el conurbano en los comicios de 2023. Con el triunfo libertario, el jefe municipal cerró filas con los libertarios y asoma como un potencial aliado de la Casa Rosada en el vasto territorio bonaerense, bastión del PJ. Y ya pulsea con Santilli y Ritondo por el liderazgo en Buenos Aires.
Con ese telón de fondo, 24 de los 33 miembros del Consejo Directivo provincial presentaron su renuncia ante la resistencia de Reich a llamar a elecciones. Los renunciantes, entre los que se encuentran intendentes, legisladores provinciales, diputados nacionales y concejales, no desconocen que buena parte del electorado de Pro votó por Milei y respalda hoy al libertario. Y entienden que el partido debe apoyar, como viene haciendo en el Congreso, las reformas que impulsa el Presidente, que en las últimas semanas no ahorró elogios hacia Lospennato y Ritondo, por ejemplo. Pero también creen que, una vez sancionada la Ley Bases y el paquete fiscal, Pro debe volver a marcar los rasgos que lo identifican ante sus electores y lo separan del libertario. “Necesitamos reflejar en la provincia la nueva configuración”, dice uno de los hombres de peso del macrismo en Buenos Aires.
Reich había quedado a cargo del partido después de que Jorge Macri renunciara a la presidencia de Pro bonaerense una vez que se oficializó su elección como jefe de gobierno porteño. La legisladora argumentó que tenía mandato hasta 2026 ante la presión del macrismo para que se corriera y convocara a los comicios internos. Con la renuncia de dos tercios del Consejo, uno de los órganos del partido, Reich está obligada llamar a elecciones, aseguran entre los fieles a Macri. El tema llegará a la Justicia Electoral. “A la Asamblea no renunciaron, se ve que ahí no tienen ni problemas personales ni políticos”, replican cerca de Bullrich.
“Fue un golpe institucional, el partido estaba constituido en Buenos Aires”, agregan. La ministra de Seguridad delegó en sus armadores bonaerenses la estrategia para contragolpear, pero se involucró en la discusión. En pleno enfrentamiento con Macri, los laderos de la exministra quieren dar pelean. “¿Macri se quiere quedar solo en el partido con sus cuatro amigos? Lo valioso de Pro son sus dirigentes”, remarcan. En el bullrichismo sospechan que Macri intenta aislar a la funcionaria de Milei, quien promueve una fusión con La Libertad Avanza. Es más, chicanean a Macri y sus lugartenientes en Buenos Aires con una alusión al mensaje que publicó la cuenta oficial de Pro apenas el exmandatario asumió la presidencia partidaria de manera formal: “Era ‘volvimos’, pero se fueron”.
El expresidente prefiere preservar la identidad de Pro y postergar la discusión en torno a un eventual acuerdo electoral con Milei. “Si hay una fusión, yo me voy”, avisó Torres en diálogo con LN+.