General Motors de Argentina pasó la mayor parte del año con su fábrica de General Alvear (Santa Fe) trabajando a media máquina. Durante el primer semestre, estuvo completamente inactiva más de dos meses, mientras puertas adentro se acomodaban a la nueva realidad que combinaba lo peor de dos mundos: debían afrontar una importantísima deuda comercial (se hablaba de 1.000 millones de dólares, si bien nunca hubo confirmación oficial) acumulada con proveedores del exterior, como consecuencia de las restricciones a las importaciones del gobierno anterior. Y al mismo tiempo las ventas en el mercado interno se habían derrumbado tras la devaluación del peso dispuesta por el gobierno entrante de Milei. Como si fuera poco, para fines de mayo la planta tuvo que parar nuevamente por falta de piezas a causa de las inundaciones en el sur de Brasil.
Aquella “tormenta perfecta” además encontró a la fábrica santafesina sin un modelo que le permitiera general divisas en el exterior: tras haber dado de baja al Chevrolet Cruze a fines de 2023, sólo le quedó en línea la Chevrolet Tracker, una SUV que es muy exitosa en lo comercial pero que se fabrica tanto en Argentina como en Brasil. La planta de General Motors de Sao Caetano do Sul (San Pablo) ya había despachado 250.000 Tracker cuando en Rosario se la comenzó a producir.
La anemia de producción y ventas fue acompañada de rumores de achicamiento de la fábrica e incluso de cierre. Había motivos: a fines de abril, General Motors dispuso el cierre de sus fábricas en Colombia y en Ecuador. Y para ese momento las ventas en la Argentina caían con fuerza y la producción de vehículos tocó su piso en junio, con una caída de más de 40%.
En ese contexto, hacia septiembre hubo una discreta visita de ejecutivos brasileños que se reunieron con funcionarios de la Secretaría de Comercio e Industria. Y tras aquel encuentro, fuentes oficiales señalaron que la fábrica de General Alvear iba a ser la fabricante de la nueva generación de la Chevrolet Tracker.
“Tienen modelo nuevo, ahora lo que están buscando es el momento para anunciarlo”, dijeron desde el Gobierno.
Pero en General Motors, tal como había venido sucediendo a lo largo del año, no confirmaban ni desmentían. “No comentamos rumores”, fue la respuesta, una y otra vez.
La marca trajo las versiones actualizadas de la pick up S10, la nuevas Spin y Trailblazer, que ya están en las concesionarias. Y también lanzó la preventa de la pick un “full size” Silverado (que en Estados Unidos compite contra la Ford 150 y la RAM). Otro modelo que fue presentado y que traerá en los próximos meses es el Blazer EV, el primer vehículo 100% eléctrico de la marca en el país.
“Es el inicio de una nueva etapa en el país”, djio entonces Raúl Mier, un ejecutivo colombiano que se desempeñaba como director comercial en Argentina y era el máximo responsable en el país.
Durante aquella presentación, Mier hizo un balance que días más tarde se confirmaría que se trataba de una despedida. Hizo un reconocimiento a la red de concesionarios y destacó que la situación económica a partir del segundo semestre era «mucho más ordenada». Y señaló como puntos fundamentales de ese «orden» la regularización de los pagos a los proveedores en el exterior y la estabilidad cambiaria.
A las dos semanas de aquel anuncio en la Rural sobrevino otro cambio: Andrés Carfagna, un ejecutivo argentino que se desempeñaba como CEO de Plan de Ahorro Chevrolet fue designado director comercial para Argentina, en reemplazo del colombiano Mier. De esa manera, la filial vuelve a estar encabezada por un argentino, desde que en 2023 se alejó Federico Ovejero.
¿Y el nuevo modelo para la planta de Rosario? Entre los proveedores ya está instalada la versión de que la nueva Tracker comenzará a ser fabricada a fines de 2025 y que, esta vez, el modelo sería exclusivo para la Argentina.
En General Motors insisten en que “no comentamos rumores”. Pero tampoco los desmienten.