Más de dos horas de puro vóley de una eminencia que quiso agradecerle al vóley argentino todo lo le que dio en su carrera. Julio Velasco estuvo en el Auditorio Belgrano y contó a través de sus experiencias, las nuevas formas de enseñar, la importancia del feedback con los jugadores y de cómo haciendo bien lo simple (que no es nada fácil) se puede llegar a lo más alto. Su reciente logro con la Selección italiana femenina le dio lo que no había podido obtener en los años 90 con la masculina, el campeonato olímpico que obtuvo en París 2024. Su palmarés está lleno de éxitos: dos Mundiales con la Selección de Italia masculina, una medalla plateada en Atlanta ’96, cinco Ligas Mundiales (lo que ahora es la Liga de Naciones) y la ya mencionada medalla dorada con las mujeres.
Tantos años en Italia hacen que se le mezclen algunas palabras entre su platense natal y su italiano por adopción. Si bien había jugado al vóley desde adolescente, su elección había sido estudiar filosofía en la Universidad de La Plata. La última dictadura cívico militar hizo que no pudiera terminar la carrera, lo que lo llevó a ser entrenador. En aquellos años difíciles Velasco se mudó a Buenos Aires y tuvo su primera experiencia en el club Defensores de Banfield, luego en GEBA y más adelante en Ferro donde pasó de dirigir mini vóley al primer equipo del club. Después de todo este recorrido, en 1981 le llegó la oportunidad para ser ayudante del coreano Young Wan Sohn, entrenador con el que la Selección Argentina masculina se quedó con el tercer puesto en el Mundial ’82.
“Sentí la necesidad de volver a conectarme con todos los lugares por los que pasé en el vóley argentino por la importancia que tienen los procesos”, afirmó Velasco. Además, agregó: “Todos necesitamos héroes, puede ser Messi, San Martín, Ginobili, pero a veces el héroe es tan fuerte como imagen que oscurece los procesos. La figura que está allá arriba ayuda poco, pero entender cómo llego esa persona a obtener grandes logros ayuda mucho”. El flamante campeón olímpico recordó la época en la que se gestó un gran movimiento en el vóley argentino, en los años 70, que culminó con el mencionado Mundial ’82. “Ese equipo estuvo dos años entrenando sólo con la Selección. Viajamos por todo el mundo, una gira de locos, países asiáticos, países del Este. Pero en el recuerdo todo eso no existió, sólo existieron los héroes”. Lo mencionado de aquella época remite también a los 80 días que compartió la Selección Argentina de vóley compartió en la previa de Tokio 2020, donde volvió a lograr una medalla olímpica después de la de Seúl ’88.
El vóley argentino
“Es extraordinario lo que hace Argentina en las condiciones en las que lo hace, yo acabo de tener una experiencia en Juegos Olímpicos donde teníamos todo, sin lujo, pero teníamos todo lo que quisimos. Argentina hace lo mejor que puede con el esfuerzo de una Federación que no sé cómo logra lo que logra, el ENARD que tampoco sé cómo hace sin ese 1% de la telefonía, es todo muy complicado”, sentenció el entrenador. Velasco dirigió a la Selección Argentina masculina desde 2014 a 2018, en esos cuatro años ganó los Juegos Panamericanos Toronto 2015 y fue el director técnico en Río 2016, en donde Argentina jugó un vóley de alto nivel: había quedado en el primer lugar del grupo ganándole a una gran potencia como Rusia, pero con la mala suerte de cruzarse en cuartos de final contra Brasil, que luego se quedara como local con la medalla dorada.
El entrenador de la Selección Italiana femenina destacó que valora más desde afuera que si estuviera adentro todo lo que ve sobre el movimiento voleibolístico que hay en el país. Además hizo referencia al subcampeonato que logró la Selección U17 masculina, gracias al gran trabajo en los equipos de base: “Vi por la televisión la final del Mundial U17 entre Argentina e Italia. Vale la pena a pesar de las crisis económicas, a pesar de todos los problemas, creer en los procesos. Hemos tenido maestros, hay otros entrenadores argentinos que también tuvieron experiencias excelentes en el exterior”.
Entre los presentes en la charla estuvieron grandes referentes del deporte nacional como el exentrenador de la Selección Argentina de básquet, Julio Lamas, y exjugadores de vóley como Esteban Martínez y el propio Daniel Castellani, quien está en el cuerpo técnico de la Selección femenina en la actualidad. Velasco hizo referencia a las declaraciones de Castellani en las que habla del “milagro del deporte argentino” con la pasión como ese diferencial argentino: “Seguramente la pasión juega un papel importantísimo pero también la formación, la discusión, con la condición de aceptar al que piensa diferente, algo fundamental para aprender”. Una situación de la misma charla es un claro ejemplo de lo que dijo Castellani: Justina Fortes fue la máxima anotadora y la mejor atacante del Mundial U17 que se realizó en Lima en agosto de este año y estuvo durante toda la charla ayudando en la organización del evento junto a otras jugadoras. Quizás en otros países eso no esté bien visto, pero lejos de juzgar si está bien o mal, es lo que hace diferente al deporte en el país.
El vóley masculino y el femenino
Uno de los asistentes a la charla le preguntó a Velasco el porqué de las diferencias entre la competitividad de varones y mujeres en el país, teniendo en cuenta que el vóley femenino tiene mayor desarrollo y hay más chicas que practican el deporte, pero al momento de los resultados hay una diferencia abismal a favor de los chicos. El platense afirmó con convicción que el vóley femenino va a arrasar en los próximos 10 años en todo el mundo, incluso en Argentina, y comentó sobre los casos puntuales de Turquía y China donde el deporte femenino es más relevante que el masculino: “Los resultados de la Selección tienen una incidencia muy importante, pero a la vez el fenómeno social de las mujeres comenzó hace tiempo y hay cambios muy claros en los comportamientos de las niñas que gracias a las madres juegan de una manera totalmente diferente. Se empujan, corren y juegan igual que los varones, eso es mérito de las madres y eso se refleja mucho en todo el deporte femenino”.
Velasco tiene contrato para seguir en Italia hasta la culminación del próximo ciclo olímpico en Los Ángeles 2028. Con respecto a cómo seguir después de semejante logro concluyó: “Es difícil volver a ganar porque la tentación de que uno encontró la verdad y tiene que seguir adelante porque ganó es de muchísimo riesgo, porque todos lo que perdieron con nosotros van a volver a cambiar entonces nosotros también debemos hacerlo. Lo único que nosotros podemos hacer es imaginar que perdimos, que haríamos si hubiéramos perdido”.