Los hábitos y costumbres construyen la personalidad de un ser humano. Cada una de nuestras acciones tienen un porqué y son analizadas, comúnmente, por la rama de la psicología.
Cada paso que damos, movimiento qué hacemos o decisiones que tomamos tienen un significado oculto. Sea por seguridad personal o por otros motivos, la psicología se adentró en un tema importante como el de cerrar la puerta de la habitación antes de ir a dormir.
Aunque parezca un tema sin importancia, algunas personas, religiosamente, revisan este comportamiento para poder dormir tranquilos, sin ningún pensamiento que les altere el sueño. Es por esto que los profesionales pusieron el ojo para entender cómo funciona nuestro cerebro a la hora de tomar esta decisión.
Según un estudio de la Organización de Ciencias de la Seguridad publicado en el sitio El Confidencial, el 60% de las personas adoptan esta costumbre de cerrar la puerta de la habitación.
“Una puerta cerrada puede marcar la diferencia entre sobrevivir o no hacerlo en caso de que se propague un incendio en tu hogar”, explicó El Confidencial para tomar dimensión de cómo funciona la psiquis humana.
Otro de los motivos que están sujetos a la aseveración recientemente mencionada, es que la persona busca estar segura al recluirse en una habitación. Caso contrario, de dejar abierta la puerta, se siente más vulnerable ante cualquier peligro que suscite mientras esté durmiendo.
Por último, la psicología explicó que además de la seguridad de uno, se debe priorizar también la de otros miembros de la familia que vivan en ese domicilio. “Es un buen momento para probar los detectores de humo y monóxido de carbono y revisar el plan de escape de su familia”, sentenció el estudio publicado en El Confidencial, que puso la mira en lo que parecía, hasta ahora, un simple acto de sujetar el picaporte y cerrar la puerta antes de tomarse un descanso.
Además de conocer cómo funciona la psiquis al cerrar la puerta de la habitación, la psicología también explicó qué significa tener una casa desordenada. Aunque el concepto de orden sea diferente para cada uno, el hecho de tener la ropa tirada en un sillón, la bacha repleta de platos sin lavar y otros motivos más, construyen la idea de una persona insegura.
“No hay lugar como el hogar: los recorridos por el hogar se correlacionan con los patrones diarios de estado de ánimo y cortisol”, explicaron expertos en psicología.
El desorden también es síntoma de falta de productividad y de desgano a la hora de realizar las tareas diarias. Es por eso que los psicólogos enfatizan en mejorar esta faceta para no padecer estas consecuencias indeseadas.
Por último, los especialistas pusieron el foco en que tener la casa ordenada no es un tema de “estética” sino que abarca a un rasgo de nuestra personalidad. Al tener todo bajo control, nuestras actividades son más productivas; caso contrario, de tener todo desordenado, costará mucho más centrarse en lo que se debe hacer y los resultados irán en contra de lo planeado.