El portugués Carlos Tavares rompe su silencio tras la salida de Stellantis. El ya exCEO del grupo con planta en Vigo asegura en una entrevista en su país que su dimisión fue «acordada» con el presidente, John Elkann, que todo se produjo acorde a «una planificación muy cuidadosa y razonada» y que «hubo discusiones legítimas y cada uno siguió su camino». «El objetivo era garantizar una transición fluida, sin ningún impacto negativo para la empresa», apuntó el luso.
Tavares dimitió la noche del 1 de diciembre, cuando Stellantis lanzó un comunicado anunciando su salida «inmediata» pese a que estaba previsto que lo hiciera en enero de 2026. Con ello se creó también un Comité Ejecutivo Interino presidido por el propio Elkann para dirigir la compañía hasta encontrar un nuevo consejero delegado, algo previsto para el primer semestre de 2025.
En una entrevista exclusiva concedida al medio portugués Expresso, Tavares rompe su silencio por primera vez y explica cómo fue su adiós al grupo que dirigió durante la última década. El luso concreta que la dimisión fue «pacífica, bien pensada y totalmente acordada» con Elkann, con la intención de evitar cualquier «desalineamiento».
«Nuestra prioridad absoluta siempre ha sido proteger Stellantis», explicó al medio el exCEO, que habló de forma positiva de Yaki, como es conocido Elkann por sus más allegados, «con quien siempre he mantenido relaciones extremadamente cordiales y colaborativas».
«Soy uno de los protagonistas de la creación de Stellantis, un proyecto desarrollado junto a John Elkan», añadió en la amplia entrevista, en la que también ssegura que su sueldo «va a bajar brutalmente» este año, sobre todo porque en 2023 se embolsó 36,5 millones de euros.
En la información del Expresso, en la que no descarta entrar en el accionariado de la aerolínea portuguesa TAP, Tavares también reconoció la dificultad de dirigir a un gigante como Stellantis: «Una organización de este tamaño no puede funcionar sin una perfecta alineación estratégica y operativa».