Ante el reciente fallo de condena dictado por la Sala III de la Cámara de Casación y Apelaciones en lo Penal porteña, el dirigente de izquierda Alejandro Bodart (MST en el Frente de Izquierda Unidad) hoy expresó: “Sancionar a quienes condenamos un genocidio como el que viene cometiendo el Estado de Israel contra el pueblo palestino no sólo es un ataque totalitario contra el derecho a la libertad de expresión, sino además una actitud cómplice de hecho. Mientras el Tribunal Internacional de La Haya, la Corte Penal Internacional, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, el Papa Francisco, innumerables organismos de derechos humanos, sectores democráticos y millones de personas en el mundo entero repudian tales delitos de lesa humanidad y Benjamín Netanyahu es un criminal de guerra con pedido de captura, a mí pretenden silenciarme por decir la verdad en tres tuits solidarios con la justa causa palestina. No lo van a lograr, porque cada vez somos más los que no callamos frente a esa barbarie”.
Bodart, quien además de secretario general del MST es el coordinador de la Liga Internacional Socialista (LIS) -que agrupa a organizaciones de más de 40 países- y director de su revista Revolución Permanente, agregó: “La pretensión de los jueces Ignacio Mahiques y Jorge Atilio Franza de que quienes rechazamos al Estado israelí somos ‘antisemitas’ es un absurdo inédito, ya que entonces el sionismo sería la única ideología política de toda la historia y de todo el mundo imposible de ser cuestionada. Es otra penosa muestra de la colonización que el sistema judicial sufre a manos del aparato sionista. Desde ya, con mis abogados defensores María del Carmen Verdú e Ismael Jalil vamos a apelar este fallo vergonzoso apenas termine la feria judicial. Además, mis compañeros están redoblando la campaña nacional e internacional en defensa de la libre expresión. Denunciar un genocidio no es delito: es una obligación democrática elemental”.