China cortó un cable submarino alrededor de Taiwán y aumenta la tensión en Asia

Taiwán sospecha que China estuvo detrás de la ruptura de un cable submarino de telecomunicaciones internacional ocurrido en la madrugada del viernes. Según informes de los medios taiwaneses, el barco de carga Shunxin-39, de bandera de Camerún, fue interceptado por la guardia costera de Taiwán a unos 13 kilómetros de la costa norte de la isla, a última hora de la tarde del viernes.

La nave fue ordenada a regresar a la costa para una investigación, pero el mal tiempo impidió que las autoridades abordaran el barco, y el Shunxin-39 continuó su viaje hacia un puerto en Corea del Sur.  Taiwán, por su parte, ha solicitado a Seúl su colaboración ya que pronto el buque arribará al  puerto de Busan

A pesar de estar registrado en Camerún, el Shunxin-39 es propiedad de Jie Yang Trading Limited, una empresa de Hong Kong dirigida por Guo Wenjie, un ciudadano chino. Las autoridades taiwanesas han señalado esta conexión con China como un posible indicio de que el incidente podría ser un acto de sabotaje relacionado con tensiones geopolíticas.

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El cable dañado es parte del sistema Trans-Pacific Express, una red de telecomunicaciones submarinas de USD 500 millones que conecta países del este de Asia con la costa oeste de Estados Unidos desde 2008.

Chunghwa Telecom, miembro de un consorcio internacional propietario del cable, informó que el tráfico de telecomunicaciones fue redirigido a otros cables, lo que permitió que el servicio continuara sin interrupciones.

Este ataque no es el primero de su tipo, ya que Taiwán ha experimentado varios incidentes de daño a sus cables submarinos en los últimos años, sin poder identificar con certeza a los responsables.

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Ante esta situación, Taiwán ha apelado a la Unión Europea en busca de apoyo para abordar estos ataques. Además, este incidente ocurre después de la ruptura de un cable de energía submarino entre Finlandia y Estonia el día de Navidad, un acto que Finlandia atribuyó a la flota fantasma de buques petroleros de Rusia.

Estos llamados «ataques de zona gris» han aumentado desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia hace tres años, con China y Rusia poniendo a prueba la capacidad y disposición de Occidente para enfrentar formas híbridas de agresión.

De acuerdo a Taipei, esta clase de eventos se está haciendo cada vez más recurrente, con un modus operandi particularmente característico. Taiwán sostiene que los barcos que realizan este tipo de actos se encuentran en malas condiciones, como lo es el ejemplo de este caso. 

La OTAN ha anunciado recientemente que fortalecerá su presencia militar en la zona del Báltico, lo cual se complementa con el fortalecimiento del sudeste asiático. Rusia y China han utilizado tácticas similares para entorpecer las comunicaciones en todo el mundo occidental. 

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