El fondant es un imprescindible en la decoración de tortas y pasteles. Este recubrimiento elástico y maleable permite crear acabados profesionales y personalizar tus creaciones con diseños únicos. A continuación, te enseñamos cómo hacer fondant casero de manera sencilla y con resultados espectaculares.
Ingredientes
1 kg de azúcar impalpable (glass o pulverizada), tamizada.
1 sobre de gelatina sin sabor (7 g).
60 ml de agua fría.
2 cucharadas de glucosa o jarabe de maíz.
1 cucharada de glicerina comestible (opcional, para mayor elasticidad).
1 cucharadita de esencia de vainilla o almendra (opcional, para dar sabor).
Colorantes alimentarios (opcional, según el diseño que desees).
Instrucciones Paso a Paso
1. Hidratar la gelatina
En un recipiente pequeño, mezcla la gelatina sin sabor con el agua fría. Deja reposar por 5 minutos hasta que se forme una mezcla esponjosa.
2. Derretir la gelatina
Calienta la gelatina hidratada a baño maría o en el microondas por intervalos de 10 segundos hasta que esté completamente disuelta. Agrega la glucosa, la glicerina y la esencia, mezclando bien.
3. Preparar la masa base
En un bol grande, coloca la mitad del azúcar impalpable tamizada. Forma un hueco en el centro y vierte la mezcla líquida de gelatina. Con una cuchara de madera, integra los ingredientes hasta formar una masa pegajosa.
4. Amasar el fondant
Espolvorea una superficie limpia con azúcar impalpable y vuelca la masa. Agrega poco a poco el resto del azúcar mientras amasas hasta obtener una textura suave, elástica y no pegajosa. Si la masa está muy seca, agrega unas gotas de agua; si está muy pegajosa, incorpora más azúcar.
5. Agregar color (opcional)
Si deseas fondant de colores, divide la masa en porciones y agrega unas gotas de colorante alimentario a cada una. Amasa hasta que el color esté uniforme.
6. Guardar el fondant
Envuelve el fondant en film transparente y guárdalo en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Es ideal dejarlo reposar unas horas antes de usarlo.
Consejos Útiles
Siempre mantén el fondant bien cubierto mientras trabajas, ya que se seca rápidamente al contacto con el aire.
Si se endurece demasiado, puedes ablandarlo con un poco de glicerina.
Para extenderlo, usa un rodillo antiadherente y espolvorea la superficie con maicena o azúcar impalpable.