Si el planeta produce al año en torno a a tres millones de toneladas de aceite de oliva, decir que Córdoba en una cosecha malísima como la 2023/24 supuso el 5% de la producción mundial… ya es decir mucho. Y es que se nos olvida a veces que, por ejemplo, alguna buena campaña en la provincia de Córdoba alcanza a la de toda Italia. De hecho, el aforo de 2024/25 prevé para la provincia cordobesa 271.000 toneladas de aceite de una cosecha ‘normalita’, frente a menos de 200.000 toneladas del país transalpino, muy castigado en 2024 por la sequía al sur de Nápoles.
Las cifras dan que pensar o, por lo menos, vienen a refrescar la memoria de lo mucho que pinta Andalucía, y en ella Córdoba, sobre la industria y el mercado oleícola mundial, en donde las divisiones nacionales y provinciales se diluyen porque, aunque el olivo hunde muy profundamente sus raíces en la tierra, su aceite no entiende de fronteras. Ni tampoco hay demarcaciones insalvables para productores, envasadores, comercializadores, exportadores… Cada vez hay menos compartimentos estancos entre estas actividades y ya no es tan raro ver a un pequeño productor envasar e incluso vender en el extranjero directamente.
Dcoop, de Antequera a Córdoba
Así, y empezando por la producción, un caso representativo y ligado directamente a Córdoba es la cooperativa de segundo grado Dcoop, con sede en Antequera aunque buena parte de las 75.000 familias dueñas de las cooperativas integradas son cordobesas. Habla mos del primer productor del mundo, que es te año prevé facturar, pese a la mala campaña 2023/24, unos 1.600 millones de euros, 200 más que el año pasado (un 13,5% más). Eso sí, Dcoop no solo ha facturado aceite, sino también en suministros, ganadería de caprino de leche, vacuno de carne y porcino; orujo, fru tos secos, vino, cereales… Pero centrándonos en el aceite de oliva, tras conocerse el aforo 2024/25, el presidente de Dcoop, Antonio Luque, estimaba que la producción del grupo al canzará en la campaña recién iniciada las 150.000 toneladas de aceite, lo que vendría a ser el 11,5% de lo previsto para toda España y acercándose, volviendo al citado ejemplo, a la producción esperada en toda Italia.
En 2023 Dcoop exportó a 75 países por valor de 635,7 millones de euros (una cifra algo más baja de la que registró toda la provincia de Córdoba en aceite de oliva), con EEUU como principal destino exterior por 201 millones de euros. Dcoop, además, está inmersa en las últimas semanas en una cruzada contra el fraude de la producción y comercialización de mezclas de aceites de oliva con otras grasas vegetales, terminantemente prohibido en España. En todo caso, el grupo destaca entre las 1.900 entidades productoras de aceite de oliva en España, algo más de la mitad de ellas cooperativas frente a otra mitad de almazaras privadas e industriales, aunque las cooperativas molturan casi el doble que las almazaras particulares.
Planta de envado de aceite de oliva de la cooperativa Dcoop. / CÓRDOBA
Deoleo, un emblema oléico
Sin embargo, es Deoleo la que quizá mejor ejemplifique en el sector tanto la historia, con marcas de más de un siglo (Carbonell, Bertolli, etcétera), como los agitados tiempos empresariales desde los años 90, hasta su complejo accionariado actual de fondos, cajas y corporaciones. Una de cada cinco botellas de aceite de oliva que se consume en el mundo corresponde a Deoleo, que, sin em bargo, ha recibido recientemente un fuerte golpe por parte de la justicia italiana (que ha recurrido) por cuestiones aduaneras entre 2010 y 2014 y por la que se le exige a la multi nacional 89 millones de euros.
Otras grandes cooperativas
Hay también que citar en el ámbito nacional a Jaencoop y Olivar de Segura, Oleostepa, Interóleo Picual, Cooperalia, Oleotoledo, Montes Norte, la catalana Unió Corporació Alimentaria con sus 20.000 socios productores y, por supuesto y volviendo a Córdoba, Almazaras de la Subbética, al agrupar a 7.000 socios, sumar 1.900 galardones por su calidad y ser un referente no solo económico, sino social, desde la cooperativa originaria en 1954 y su constitución actual en 2007, por no hablar de las 100.000 toneladas de aceituna procesadas de media por campaña.
Otro caso sería el Grupo de Prado, con sus 18.000 hectáreas de explotaciones y 33.000 toneladas de aceite de producción media por campaña, a lo que hay que sumar, cifras aparte, una historia que hunde sus raí ces en el primer tercio del siglo XIX y por haber sido abanderada de las exportación del aceite de oliva español, de la lucha por la calidad y por su presencia con explotaciones e instalaciones en otros países como Portugal, Chile y EEUU. Sin olvidar tampoco la producción, pero ya hablando del envasado, comercialización y exportación, hay que citar a nivel nacional a Sovena, líder mundial desde su sede en Brenes (Sevilla); Baieo (Aceites Borges), con fuerte capital extranjero y exportador a 65 países; así como en Dos Hermanas Aceites del Sur Coosur SA (Acesur), entre las cinco primeras del planeta. También desde Dos Hermanas, pero ya tocando directamente a Córdoba, Migasa, llega a comercializar el 10% de la cuota mundial del aceite, estando presente en 120 países y, como ya se ha adelantado, firmemente ligada a Córdoba, con una envasadora desde 2005 en Alcolea.
Instalaciones del Grupo de Prado en Portugal. / CÓRDOBA
Las pequeñas entidades
El análisis quedaría incompleto sin hablar de las pequeñas-grandes entidades del sector en Córdoba, quizá sin ese perfil de enormes cifras de negocio pero más que significativas por sus nada desdeñables números en producción y por el impacto en las localidades en donde están implantadas, todo ello empezando por las 188 almazaras cordobesas (casi el 10% de España) de las 277 industrias de aceites y grasas vegetales declaradas en el registro de la Junta de Andalucía. Además de esos 3,3 millones de jornales previstos para Córdoba en la campaña 2024/25 si hablamos de impacto socioeconómico y de empleo y, sobre todo, por una decidida apuesta iniciada hace décadas por la calidad, así como por la exportación, ya que los actuales medios de comercialización de un mundo globalizado han pues to al alcance de muchos medianos y hasta pe queños productores cordobeses el poder vender en el extranjero.