Los casos de gripe sigue ocupando titulares. Según el último informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda del Instituto de Salud Carlos III, la tasa de síndrome gripal en Atención Primaría se sitúa en 62,6 casos por cada 100.000 habitantes (frente a 42,2 casos por cada 100.000 habitantes en la semana anterior), habiendo superado el umbral epidémico en la semana 52 de 2024 y mostrando actualmente una intensidad de circulación baja.
La tasa de COVID-19 (síndrome) es de 5 casos por cada 100.000 habitantes (3,9 casos por cada 100.000 habitantes registrados la semana anterior). Respecto a la bronquitis y bronquiolitis en menores de 5 años se sitúa en 272,4 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra alta aunque inferior a los 367,1 de la semana previa.
Por eso, en plena temporada de gripe y afecciones respiratorias es habitual no saber si los síntomas son graves, si se necesita asistencia sanitaria o se requiere únicamente reposo en casa. La doctora Ana Luengo, coordinadora de urgencias de Vithas Sevilla nos explica cómo y cuándo debemos acudir a urgencias.
¿Cuándo es necesario acudir a urgencias por la gripe?
Desde la detección de los primeros síntomas hasta la afección total, la doctora recuerda que «debemos acudir a urgencias cuando:
- la respiración sea difícil
- la fiebre no baja
- notamos dolor en la zona de las costillas”.
Es en estos casos cuando el paso por urgencias se hace indispensable, sin olvidar que “debemos continuar protegiendo al resto de pacientes y a nosotros mismos”.
En el triaje, el primer paso en la llegada a urgencias, verificamos si hay fiebre y medimos la saturación de oxígeno. Si la saturación está por debajo del 95% es un riesgo para el paciente y este debe estar controlado”.
En el caso de los menores, además, “verificamos si hay algún dolor o taponación que por su edad no sepan expresar adecuadamente”, todo ello sin olvidar “la correcta hidratación de los pacientes independientemente de su edad”.
Sin embargo, para frenar el número de contagios y evitar que estos alcancen a las personas más vulnerables, es importante seguir una serie de consejos fáciles y que todos hemos ido adquiriendo poco a poco.
En concreto “en el caso de tener síntomas y acudir a urgencias debemos hacer uso de la mascarilla, tanto para proteger a otros pacientes como a nosotros mismos, evitando contagiarnos de otras posibles afecciones estando con las defensas más bajas, subraya la doctora.
Cómo evitar el contagio de la gripe, especialmente a los vulnerables
Es fundamental que, si ya tenemos síntomas, evitemos propagarlos, sobre todo si convivimos con personas más vulnerables como ancianos o mujeres embarazadas”.
Para ello, “junto al uso de mascarilla es recomendable también evitar los espacios cerrados, evitar los besos y el contacto directo con personas enfermas, usar desinfectante de manos y, en general, extremar la higiene tanto propia como de las superficies”.
Medidas simples a las que se añaden otras como”evitar lugares concurridos, taparse la boca y la nariz al toser o estornudar, así como tirar los pañuelos desechables tras cada uso”. En cuanto a la vacunación “si eres mayor de 65 años, tienes alguna enfermedad crónica, estás embarazada, convives con un enfermo crónico o eres personal sanitario, la mejor prevención es vacunarse a partir del mes de octubre”.
La doctora Luengo insiste en que”no se deben tomar antibióticos, además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que estos están causados por virus y no por bacterias, utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede hacer que el organismo se haga resistente a ellos”.