El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cordoba, Adolfo Molina, ha justificado este jueves que la Delegación de Salud y Consumo comenzó a investigar la intoxicación alimentaria que ha dejado 44 personas afectadas en Córdoba, nueve días después del 4 de enero, jornada en la que se produjo la celebración que se vincula inicialmente con el origen de esta toxiinfección, porque hasta el pasado lunes 13 de enero no recibió denuncia por estos hechos.
Adolfo Molina ha indicado que fue a raíz de recibir la denuncia el lunes pasado cuando pudo empezar a investigar la Administración y «es lo que se hizo por parte del Servicio de Salud Pública».
«Ahora mismo lo que se está en investigación, o sea, que todo lo que tenemos que ser es muy prudentes, creo que precisamente para preservar la salud de las personas y ser pues muy prudentes con la información que se está dando dando«, ha expuesto este responsable de la Junta. Además, Molina ha hecho hincapié en que «en cuanto que tengamos conclusiones, pues obviamente vamos a informar con toda transparencia».
Acerca de estos hechos, la jefa del Servicio de Salud Pública de la Delegación de Salud y Consumo, María Cruz Gallego, ha vuelto a señalar que el lunes 13 de enero tuvo entrada en la Delegación de Consumo una denuncia de dos personas que habían participado en un evento, en un cumpleaños, y que habían tenido sintomatología.
Montadito de pringá
Gallego ha detallado que solo una de estas personas fue atendida en servicios sanitarios de urgencia y ha abundado en que la sintomatología que han tenido todas las personas afectadas en el brote ha sido dolores abdominales y diarreas, y que el único elemento en común de los afectados era que habían comido montadito de pringá.
A raíz de esta comunicación, ha seguido explicando María Cruz Gallego, «los servicios de Epidemiología del Distrito Sanitario Córdoba se pusieron a hacer, como les decimos, las encuestas epidemiológicas».