Un renombrado ladrón de bebidas alcohólicas fue detenido en Rosario. Sin embargo, aunque se aportaron las pruebas de su último robo, sólo lo retuvieron por 24 horas y le impusieron una restricción de 72 horas sin poder acercarse al local. Ante este escenario, los comerciantes de la ciudad están mancomunándose debido a la reiterancia de los robos del «Hada de los whiskies«, tal como lo llamaron.
Rosario, cuna de habilidosos. La última finta de este rosarino, la semana pasada: se acercó a un almacén de Crespo al 2000, a metros del Parque Independencia, y pidió que le cortaran mortadela, aunque luego advirtió que no podría comprarla, porque no le alcanzaría la plata.
Hasta ahí, una secuencia normal. Quienes atendían la despensa no notaron nada raro, aunque luego las cámaras de seguridad lo delatarían: mientras la empleada a cargo de la fiambrería se agachó para devolver la pieza de mortadela a la heladera-mostrador, todo en cuestión de segundos, el hombre hurtó desde lo alto de las góndolas dos botellas de Fernet Branca de un litro. Luego se fue.
Las imágenes de la cámara de seguridad del local. Con una gorra oscura y la camiseta de Barcelona de la temporada 2005/06, con el estampado de Lionel Messi (tan habilidoso como intrépido por esos días), tantea la situación, la jugada. Merodea el mostrador, hace su pedido, y luego se dirige hacia las góndolas de bebidas alcohólicas. Sabe, porque ya había ido en ocasiones a ese local que las bebidas más caras están en los anaqueles más altos.
Menos de medio minuto después: simula que se rasca la cabeza, vuelve la vista al mostrador y luego retorna a los estantes. Saca una botella grande de Fernet Branca y se la pone entre la ropa, mientras camina por las góndolas y simula observar otros productos. Se rasca la cabeza nuevamente, y estira la mano hacia otra botella de Fernet, que también camufla entre su ropa.
«Esta persona vino cinco veces al local a robar, según pudimos verificar. Sabe que las bebidas caras, de alta gama, están en altura. Simuló que se rascaba la cabeza o se acomoda la gorra y agarra la bebida. El miércoles se llevó dos Fernet Branca de litro, con un valor de 25 mil pesos la botella», contó este lunes Agustina, la dueña de la despensa, al canal de televisión local El Tres. Además, dijo que el ladrón es habitué del local, al que asiduamente se acerca a comprar alitas de pollo.
Probablemente, Agustina haya confundido el precio al que vende cada botella de litro Fernet, dado que el precio que sindicó se encuentra muy por arriba del valor estimado actual de esa bebida y esa cuestión la pondría en un lugar similar al del hombre al que denuncia; pero eso es otra cosa. Sin embargo, también contó este lunes ante las cámaras que la del miércoles pasado no fue la primera vez: «Anteriormente se llevó vodka, vinos de alta gama… toda bebida cara. En otros comercios ya lo conocen como ‘El hada de los whiskies’«.
Fehacientemente, en Rosario el ramo comerciante ya le inventó un apodo, que la prensa local ya había relevado hace meses. Sin embargo, el caso tiene un intríngulis, dado que hasta su detención del pasado jueves, no se conocía de este hombre más que el apodo, aunque las cámaras de seguridad de los locales ya había filmado reiteradamente su figura. Claro, siempre que los comerciantes se percataban de lo sucedido, esto había pasado ya hacía horas o días.
«Nunca lo pudieron agarrar. Yo caminaba el jueves a pocas cuadras de mi negocio y lo vi con la misma remera, entrando a su casa luego de haber venido al local. Llamé a la policía, que vino muy rápido, y se lo llevó detenido a la Comisaría N°32», detalló Agustina, y puso especial énfasis en que el ladrón vive a sólo tres cuadras del local, sobre la calle Vera Mujica al 1700. «En ese momento, mientras era detenido, salió su esposa a decir que ella no podía hacer nada, que él es reincidente. Ni la remera del Barça era de él, sino del hijo», añadió.
El derrotero del ladrón siguió por 24 horas más en la Comisaría 32, mientras la causa se judicializó. “El hada de los whiskies” se trata, en realidad, de Eduardo Damián Campos, rosarino de 50 años, casado y padre de tres hijos. El caso recayó en la Circunscripción Judicial N°2 de Rosario, dependiente del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Y se lamentó: «Al día siguiente, la fiscal le dio la libertad porque consideró que fue una tentativa de robo y no robo, aunque le aportamos todas las pruebas. Sólo le impuso una restricción de acercamiento hacia mí y el local», continuó la comerciante damnificada. La notera agregó, en ese momento, que el ladrón ya tenía 17 denuncias radicadas, aunque ninguna había prosperado.
Fue la fiscal adjunta Brenda Debiasi la que ordenó la liberación de Campos, y caratuló la causa como “tentativa de hurto, constatación de domicilio, prohibición de acercamiento al lugar del hecho”.
La cuestión es que la prensa local hizo archivo y no hizo falta ir muy lejos en el tiempo, sino hacia fines de septiembre pasado. El famoso presentador de televisión y conductor radial Juan Pedro Aleart decía el 30 de septiembre ante las cámaras de El Tres, al presentar el caso: «Los comerciantes llaman a este delincuente ‘El hada de los whiskies»…». Su compañera agrega, con sorna: «No los hace aparecer, sino desaparecer«.
Video
Así robaba El hada de los whiskies
Mientras, en pantalla, el accionar del hada ladrón: el interior de un supermercado de barrio filmado desde un ángulo alto, en el que se observa a la derecha una góndola munida de alcohol, frente a la cual se posa a observar el delincuente. Ni bien quienes atendían dieron la espalda, en cuestión de veinte segundos, embolsa dos botellas grandes de whisky entre sus prendas. Los empleados vuelven hacia la vista hacia las góndolas, pero el ladrón ya había concretado lo suyo, y simulaba seguir observando.
Vuelven a dar la espalda, sólo diez segundos más tarde, y otra vez el hada hace magia: una botella más entre la ropa, una menos en el estante. Esa noche se fue con tres botellas grandes de whisky.
En esta segunda filmación conocida, aunque es anterior, se alcanza a ver la fisonomía de «El hada de los whiskies»: un hombre de cejas y nariz aguileña prominentes, pelado en su coronilla y parte superior de la cabeza, en esa ocasión ataviado en una gruesa campera. Quizás el tamaño de la campera respondiera al cometido que iría a cumplir en esa ocasión, en un local de Santa Fe al 1100, macrocentro de Rosario.
Otra filmación, una despensa más pequeña, en Paraguay al 800. Gorra Nike bordó, misma remera de Barcelona y Messi, bermuda y campera negra. Amaga a agarrar una botella de Fernet Branca con la mano en alto, pero quizás sorprendido por la vista del empleado presente sobre lo que planeaba hacer, corre la mano a mitad de camino y se toca la gorra. Segundos más tarde, sin haber bajado nunca el brazo, agarra la botella, la camufla entre su campera y se retira hacia la zona de heladeras, simulando meditar una compra.
Pero vuelve la vista a la góndola de bebidas y otra vez escena repetida: amaga con estirar la mano hacia la parte alta de los estantes, se acomoda la gorra dos veces hasta que toma impulso y una botella de gin rosado fue su nuevo botín.
En ese entonces, Gustavo, el dueño del último de los locales mencionados, contó cómo se percató de la situación: «Nos alertó un vecino que vio las maniobras, y cuando vimos las filmaciones pudimos ver que era el mismo hombre que nos había robado la semana anterior en otro local que tenemos. Es la misma persona que opera en la zona: siempre elige lo más caro que hay a mano. Disimula preguntando precios y distrae hasta encontrar el momento justo. Y siempre opera entre las 19 y las 21».
Y precisó Gustavo que en el otro local al que alude, el ladrón se llevó dos botellas de whisky J&B de etiqueta negra, del que cada botella superaba, al menos en ese momento, los 20 mil pesos. Hay que decirlo: «El hada…» es de buen gusto y variado. E impredecible como Messi, a quien homenajea con su camiseta.
En el piso, la conductora de El Tres decía al aire: «Conocemos lo que se llevó porque hay filmaciones, pero quién sabe en los otros lugares en los que no hay cámaras y que se dieron cuenta después».