Tremendo e inolvidable. Gran Hermano construyó la red para una experiencia humana inigualable, de esas que enternecen el alma hasta del más gélido del planeta. El reality acaba de generar un momento hondo y muy emotivo, cuando se produjo el ingreso de la mamá de Luciana.
La participante ingresó en el show con un secreto que guardó toda la vida, que se refiere a su elección de género y en la primera gala le anotició a su familia de esta decisión. Desde ese punto siempre procuró que sus seres amados puedan aceptarla tal cual ella se siente.
La carga emocional era desbordante, por eso los fanáticos del programa aguardaban con mucha expectativa el instante en que Gran Hermano activara el ‘congelados’, esa maniobra ya utilizada en otras temporadas de habilitar la entrada de familiares.
El dato de la elección de la madre de Martínez se supo durante la tarde. Así, pasadas las once de la noche llegó ese preciso momento. Marta abrió las puertas de la casa y con mucha paciencia y sobre todo lágrimas se acercó a su hija.
EL IMPRESIONANTE ABRAZO DE LUCIANA CON SU MAMÁ
Con un instinto maternal maravilloso, la mujer expresó: «¿Dónde esta mi hijita de mi alma?«. Y al acercarse le recordó las reglas: «No te muevas». Luego se produjo una catarata de palabras hermosas: «Te amo bebé, te extrañé mucho, te extraño».
Y para que Luciana no dude de todo lo que late en su corazón, Marta la repitió: «Estoy muy orgullosa de mi hija querida. Te amo mi bebé querida. Siempre te dije que te quiero, siempre, toda la vida te lo dije y nunca te abandoné mi amor«.
Tras varios minutos de un torrente de lágrimas de ambas, así como del resto de los participantes, la mamá le amplió: «Este abrazo es de todos, de tus hermanos, de la gente que te quiere«. Incluso le transmitió una preocupación típica de una madre: «Estás muy flaquita«.