Nadó el Barça tanto que murió en la orilla, agotado por el esfuerzo de limar hasta 14 puntos de desventaja. La racha se quebró en la visita al ASVEL Villeurbanne, anclado en la zona baja y que no debía ser obstáculo para un equipo que había encontrado el rumbo. Pero el cinco azulgrana volvió a las andadas al fallar en un final apretado, que tuvo en su mano aunque no lo parezca (100-94).
Hizo lo más difícil el Barça, que era remontar, y sucumbió cuando había extendido el miedo en la pista con el 93-93. El acierto desapareció de una manera clamorosa. Una confusión defensiva permitió un cómodo triple de Lee, falló Parker, perdió una bola Brizuela cometiendo una personal, también Satoransky y Parker lanzó a fallar el segundo tiro libre que le diera otra posesión.
Joan Peñaroya había presumido de tener la tercera mejor defensa de la Euroliga, pero el tercer peor ataque de la competición le endosó 100 puntos.
La baja de Juan Núñez propició que Punter y Brizuela tuvieran que echar una mano a Satoransky en la dirección. El equipo perdió un grado de sentido colectivo, tónica que se acentuó cuando se vio perdiendo y se miraba más al marcador que la juego.
Sucedió pronto, a mediados del segundo cuarto, que duró mucho rato: hasta cuatro tiempos muertos se amontonaron en los últimos cuatro minutos. El primero, de la televisión, le iba de perlas al Barça porque frenaba un parcial francés que estiraba la ventaja local a cinco puntos (33-28). Peñarroya pidió otro al ampliarse a nueve, que se estiró hasta un máximo de 11 puntos (39-28). La inmediata reacción azulgrana obligó a Pierric Poupet a parar de nuevo el partido, y de nuevo Peñarroya trataba de introducir nuevas correcciones. Sobre todo, para que alguien desactivara a Maledon, que se ponía las botas (15 puntos).
Lo peor estaba por llegar, ya que no hubo signos de reacción que se vieran en la pista y se tradujeran en el marcador, que empeoró (65-51). El Villeurbanne tenía un ritmo constante de anotación y correspondía cada vez que el Barça se acercaba, frecuentemente a golpe de triples. Ni defendía fuera ni cerraba el rebote el cuadro azulgrana, que recortó trabajosamente la brecha. Fall y Hernángomez no aparecieron en la segunda mitad.
Punter subía el balón y tiraba, pero no metió el primer triple hasta que faltaban 2,41 minutos para el final. Colocó el 91-90, paso previo al empate que estableció Vesely, pero a Parker, crucial en el acercamiento, se le nubló entonces la vista.