La tumba del patriarca de los Le Pen y fundador de Agrupamiento Nacional, situada en el cementerio de La Trinité-sur-Mer, localidad de Morbihan, fue profanada esta madrugada del viernes «a golpes», según apuntan las autoridades. «La tumba fue realmente saqueada, probablemente a mazos anoche», declaró a la AFP Gilles Pennelle, eurodiputado del RN y consejero regional de Bretaña.
A primera hora de la mañana, un vecino de la zona alertó de los destrozos a las autoridades que se personaron en el lugar junto con representantes del ayuntamiento se personaron en el lugar de los hechos para valorar los daños e iniciar una investigación que asumirá la Fiscalía de Lorient. Un acto vandálico que su hija, Marie Caroline Le Pen, ya ha condenado en cuenta de X: “No hay palabras para describir a los individuos que atacan lo más sagrado. Aquellos que atacan a los muertos son capaces de lo peor contra los vivos”.
«El respeto por los muertos es sagrado, está muy arraigado en Bretaña», añadió Pennelle. Todo apunta a que la cruz que vestía la tumba del patriarca de los Le Pen fue destruída a golpe de maza, tal y como se observa en la fotografía publicada por la propia hija, Marie Caroline. También las estelas y otros monumentos en homenaje a la familia han sido dañados.
Familiares, militantes, y el presidente de Agrupamiento Nacional, Jordan Bardella, han querido pronunciarse sobre lo sucedido utilizando la red social X. «La profanación de la tumba de Jean-Marie Le Pen es un acto incalificable, cometido por quienes no respetan ni a los vivos ni a los muertos. La moral más universal ya condena a sus autores: espero que también ellos sean encontrados y castigados severamente por la justicia», afirmó el delfín de Le Pen.
El cementerio ha sido cerrado hasta nuevo aviso, mientras que las autoridades investigan y buscan a los responsables del ataque.
Fallecido a los 96 años
El padre de la extrema derecha francesa falleció a los 96 años el pasado 7 de enero. Aquella misma noche, decenas de personas se reunieron en las principales plazas de algunas ciudades de Francia, como la Plaza de la República de París, para festejar su muerte descorchando champagne francés, mientras los medios hablaban del fin de una era política.
Su funeral se produjo en la más estricta intimidad familiar, aunque días después se llevó a cabo una misa en el centro de París abierta al público. Sin embargo, aunque ya fallecido, Jean-Marie Le Pen sigue ocupando titulares.