Alberto Núñez Feijóo dejó clara su posición sobre la posibilidad de que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) pueda cambiar en función de la comunidad autónoma. La semana pasada Junts planteó en el Congreso la posibilidad de que en Cataluña sea distinto por el alto coste de la vida. «Con 20 euros en Cataluña se pueden hacer muchas menos cosas que con 20 euros en Extremadura, Murcia o Castilla-La Mancha”, lanzó la portavoz Miriam Nogueras al presidente del Gobierno. El líder del PP, en un coloquio organizado por Foro Empresarial Madrid, aseguró que rechaza esa posibilidad,
“Romper el mercado laboral en España no obedece a ninguna lógica económica, perjudica la capacidad, la productividad y la competitividad del país”, respondió a la pregunta sobre su posición, y zanjó: “Que los salarios mínimos sean distintos” en cada comunidad autónoma “solo tiene la explicación de buscar fragmentar el país” para convertir “la nación española en distintos entes juridicos y politicos”. “Es decir, la independencia de un territorio sobre otro”, concluyó.
Como viene haciendo desde que se conoció la decisión del Ministerio de Hacienda (en contra del criterio de Trabajo) de que por primera vez el SMI tribute por IRPF, tras la última subida aprobada por el Consejo de Ministros hasta los 1.184 euros, Feijóo volvió a cargar contra el Gobierno por “haber encontrado una nueva fuente de ingresos” subiendo el salario mínimo y recaudando.
Junts ha sido el partido que claramente ha abogado por la posibilidad de que el SMI dependa de cada territorio. En su pregunta a Sánchez en la sesión de control de la semana pasada aseguró: «¿Por qué el salario mínimo tiene que ser igual si el coste de la vida es distinto? ¿Por qué no tener en cuenta el coste de la vida? Si no lo hacen, empobrecen cada día un poco más a las personas que viven en Cataluña. Y esto no es igualdad, ni siquiera es café para todos, es café para unos cuantos que terminan pagando los mismos de siempre, los catalanes”.
En la Conferencia de Presidentes de Santander de diciembre trascendió que Isabel Díaz Ayuso había planteado en la reunión que “el salario mínimo no podía ser igual para un agricultor extremeño que un empresario en Madrid” según publicó eldiario.es. En la Comunidad de Madrid afirmaron, sin embargo, que ese no fue el planteamiento de Ayuso. Y la presidenta aseguró en su rueda de prensa posterior que “el problema es que se hagan anuncios, hablando por las empresas y sin consultar a nadie”.
“Entonces no se dan cuenta de que la realidad de cada uno es muy distinta y que una gran empresa, una multinacional, con sus dificultades, puede incrementar un salario mínimo por imposición. Pero esto a un agricultor o a un ganadero o a un autónomo y, especialmente, en algunas comunidades autónomas les hace papilla», explicó.
Contra la reducción de la jornada laboral
Aunque el PP viene dejando claro que no es partidario de la aprobación de la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales sin que haya un acuerdo con los empresarios -los sindicatos sí lo pactaron con Yolanda Díaz- Feijóo fue especialmente crítico con la medida en este foro, considerando que “es el peor momento para abordar este reto” teniendo en cuenta los datos de productividad. “Según mis datos, la productividad ha bajado 1,6 puntos en España y en la UE ha subido 1,3 puntos. Teniendo el mayor porcentaje de absentismo y estos datos de productividad, parece el peor momento”, zanjó.
“¿Qué pasa con los más débiles, los autónomos, las pymes, el comercio, la hostelería, los ganaderos o los pescadores? Quizá generamos un coste que puede destruir empleo”, reflexionó Feijóo, insistiendo en que la “política de imposición” hará que “el país vaya mal”.