El helado de limón casero es una opción perfecta para los días calurosos. Su sabor cítrico y refrescante lo convierte en un postre ideal para disfrutar en cualquier momento. Además, prepararlo en casa es muy sencillo y no necesitas máquina de helados. En este artículo, te enseñamos cómo hacer helado de limón cremoso y delicioso con pocos ingredientes.
Ingredientes
3 limones grandes (su jugo y ralladura)
400 ml de crema de leche (nata para montar)
200 ml de leche condensada
100 ml de leche entera
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Paso a Paso
Preparar los limones: Lava bien los limones y ralla la cáscara sin llegar a la parte blanca. Exprime su jugo y cuélalo para evitar semillas o pulpa.
Mezclar los ingredientes líquidos: En un bol, combina el jugo de limón con la leche condensada y la leche entera. Agrega la ralladura de limón y la esencia de vainilla. Mezcla bien hasta integrar.
Montar la crema: Bate la crema de leche con una batidora eléctrica hasta que esté firme y forme picos suaves.
Incorporar la crema batida: Con movimientos envolventes, agrega la crema batida a la mezcla de limón. Esto ayudará a que el helado quede más aireado y cremoso.
Congelar: Vierte la mezcla en un recipiente hermético y llévalo al congelador por al menos 6 horas. Para obtener una textura más cremosa, remueve la mezcla cada 30 minutos durante las primeras 3 horas.
Servir y disfrutar: Pasado el tiempo de congelación, saca el helado unos minutos antes de servir para que tome una textura más suave. Puedes decorarlo con ralladura de limón o unas hojas de menta.
Consejos
Usa limones frescos: El jugo natural potencia el sabor y la acidez justa para equilibrar el dulzor de la leche condensada.
Evita los cristales de hielo: Para lograr un helado más cremoso, bate bien la mezcla y remueve durante las primeras horas de congelación.
Añade más sabor: Puedes agregar trozos de merengue o unas cucharadas de yogur para darle un toque especial.