No llega a las 100 horas. Ese es el tiempo del que dispone el Atlético de Madrid para lamentarse, recrearse en su mala suerte o lo que fuera eso del doble toque de Julián en el penalti y levantarse de la lona. En definitiva, para digerir una eliminación en Champions tan surrealista como dramática en el desenlace antes de volverse a ver envuelto en otra final, en este caso por LaLiga, en la que tiene que sacar algo positivo sí o sí.
A la fuerza ahorcan, puesto que este domingo (21.00; DAZN) se planta en el Metropolitano el líder con la intención de aprovechar la vantaja en lo anímico y en lo físico para dejar ‘ko’ a uno de sus rivales por el título. Llega el Barça a Madrid un punto por encima de los rojiblancos, y con un partido menos disputado. De ganar, se marcharía a 4 puntos, que serían 7 de hacerse con los tres puntos en el duelo que le falta ante Osasuna.
Apunta el duelo por tanto a convertirse en una especie de terapia de choque para los rojiblancos. Resistir «con lo que nos queda» frente «al equipo que mejor juega de España» o estar prácticamente fuera de la lucha por el título de Liga, en lo que sería el duro colofón a una semana que empezó de la forma más trágica posible para un Atlético que ahora, y analizándolo todo de forma ventajista, puede lamentar todos los esfuerzos realizados en la Copa y en la Champions.
Una segunda vuelta a remolque
«Tengo que decir que tienen un equipo fantástico. No tiene sólo 11. Es un bloque maravilloso y están en forma, al cien por cien, son jugadores con gran experiencia y no hay ninguna diferencia», aseguró Hansi Flick en la previa, restando importancia al desgaste físico de un equipo al que no ha sido capaz de ganar las dos veces que se ha enfrentado esta temporada.
Rodrygo y Giuliano Simeone. / AP
De los ocho partidos de Liga jugados en la segunda vuelta, el equipo de Simeone sólo se ha podido ganar tres. 12 puntos y una ventaja de seis cedida ante el Barça en jornadas que han caído entre partidos de Champions y eliminatorias de Copa. Valientes, el técnico argentino y los suyos fueron a por todo, no se guardaron nada y el depósito se les ha ido agotando.
Ahora, fuera de Europa, tendrán tiempo entre semana para descansar las piernas y preparar con más calma que sus rivales el asalto a LaLIga. Pero para eso es imperioso sacar algo positivo ante el peor enemigo posible, un Barça que es con diferencia el mejor visitante del campeonato (34 puntos de 42 posibles). Y que en la segunda vuelta se ha reencontrado con su versión más demoledora tras las dudas de la recta final de 2024.
Registro histórico de Griezmann
De perder, será practicamente un adiós para los colchoneros. Pero de ganar, puede que el Atlético pase de verse contra las cuerdas a tener el as en la manga de poder centrarse casi al completo (solo quedaría la vuelta de las semis de Copa, y ante el Barça) en el campeonato doméstico mientras sus dos rivales, que aún tienen que enfrentarse entre ellos, se machacan en Europa.
Todo pasa, por tanto, por lo que ocurra este domingo en el Metropolitano, en un choque en el que Simeone apunta a tener que hacer varias rotaciones para sostener el nivel físico. Algunas pueden ser obligadas, como es el caso de un Rodrigo De Paul que no ha entrenado en los últimos días y cuya posible baja obligaría a Simeone a adelantar a Marcos Llorente al centro del campo y dar entrada a Nahuel en el lateral derecho.
Y otras apuntan a ser tan dolorosas como necesarias. Como por ejemplo la de un Antoine Griezmann desaparecido en 2025, y que podría dejar su sitio en el once a Sorloth antes de hacer historia en LaLiga. Porque de jugar este domingo, el francés igualará a Messi y se convertirá, con 520 partidos, en el jugador extranjero que más ha jugado en la Primera División española.