La primer ministro danesa, Mette Frederiksen, expresó estar de acuerdo con los comentarios recientes del vicepresidente JD Vance, quien afirmó que la migración masiva hacia Europa es un problema importante.
Durante una entrevista con el medio demócrata Politico publicada el jueves, Frederiksen señaló que es crucial que Europa comience a frenar el flujo de migrantes extranjeros, describiendo la migración masiva como una «amenaza para la vida diaria en Europa».
Esta declaración hace eco de un discurso pronunciado por Vance el 14 de febrero en la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde abordó preocupaciones similares sobre los riesgos de la migración en Europa.
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La postura de Frederiksen sobre el tema se ha reflejado no solo en sus declaraciones, sino también en las políticas implementadas por su gobierno. Dinamarca ha adoptado medidas estrictas contra la inmigración, como la confiscación de bienes de los migrantes para cubrir los costos de su alojamiento.
Además, las leyes danesas denominadas «No Ghetto»buscan evitar que ciertos vecindarios tengan una concentración excesiva de migrantes. Estas medidas refuerzan su enfoque sobre la importancia de controlar la migración, algo que considera esencial para el bienestar de la sociedad danesa.
Frederiksen afirmó que apoya el modelo de bienestar escandinavo, que incluye educación, beneficios sociales y atención médica financiados con impuestos, pero subrayó que, para ella, esto es solo uno de los pilares tradicionales del socialismo democrático. El segundo pilar, según ella, es tener el control sobre la migración.
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La postura de Frederiksen coincide con las preocupaciones expresadas por JD Vance en su discurso en Múnich, donde advirtió que el mayor peligro para Europa no proviene de actores externos como Rusia o China, sino de la retirada interna de Europa de sus valores fundamentales, los cuales comparte con Estados Unidos.
Vance también criticó la respuesta de Europa ante los movimientos anti-migración y cómo algunos países como Rumanía y Alemania están tratando de evitar que estos movimientos ganen poder.
Para Vance, la crisis migratoria que enfrenta Europa es una consecuencia de sus propias políticas internas, y advirtió que si los líderes europeos temen a sus propios votantes, no hay nada que Estados Unidos pueda hacer al respecto.
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Tanto Frederiksen como Vance coinciden en que el control de la migración es fundamental para preservar los valores y el bienestar de Europa.
Mientras que Frederiksen refuerza esta postura con políticas restrictivas en Dinamarca, Vance hizo un importante llamado a Europa para que recupere su rumbo y no se deje arrastrar por movimientos internos que amenazan con socavar los principios democráticos fundamentales.