Falleció este martes a los 84 años el expolicía federal Julio Héctor Simón, conocido como “El Turco Julián”, quien se convirtió en el primer condenado por crímenes de lesa humanidad tras la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en Argentina.
Simón murió mientras cumplía su condena en Campo de Mayo.
“El Turco Julián” fue condenado en tres ocasiones por delitos cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983), incluyendo secuestro, torturas y apropiación de menores.
Salud deteriorada
Su fallecimiento se produjo luego de una serie de complicaciones de salud que incluyeron hipertensión arterial, diabetes, hiperplasia prostática benigna, artrosis y deterioro cognitivo.
A fines de febrero, había sido ingresado por un “pie diabético” que derivó en la amputación de su extremidad el 21 de marzo, permaneciendo internado en terapia intensiva hasta su deceso.
Las condenas contra “el Turco Julián”
En 2005, la Corte Suprema de Justicia dictó una condena en su contra por secuestros, marcando un hito histórico al ser la primera sentencia por crímenes de lesa humanidad tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
El máximo tribunal había declarado la invalidez de ambas leyes y la inconstitucionalidad de los indultos concedidos por el expresidente Carlos Menem.
Simón fue hallado culpable de aplicar torturas en el centro clandestino de detención “El Olimpo”, como parte de un proceso sistemático de terrorismo por parte del Estado.
Cumplía su condena en la Unidad 34 del Servicio Penitenciario Federal, en Campo de Mayo. Recientemente, la Justicia había rechazado un pedido de prisión domiciliaria debido a la gravedad de sus delitos.
Su rol durante la dictadura militar
Durante la dictadura, Julio Simón estuvo al mando de grupos de tareas encargados del secuestro y desaparición de personas entre 1976 y 1983.
Se le atribuye el uso de esvásticas nazis y la expresión abierta de su antisemitismo, especialmente durante las torturas a personas de fe judía.
El director de cine Jorge Taglioni, quien estuvo secuestrado en El Olimpo en 1978, relató que Simón utilizaba una “bandera nazi” en el brazo y mostraba mayor ensañamiento con los detenidos judíos.
Tras el regreso de la democracia, Simón se fugó a Brasil, donde trabajó como guardaespaldas.
Regresó a Argentina luego de la sanción de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
Sin embargo, la anulación de estas leyes por el Congreso Nacional en 2003 permitió su enjuiciamiento.
Su primera condena fue en 2003, con la anulación de las leyes. Posteriormente, en 2006, fue condenado por el Tribunal Oral Federal 5 a 25 años de prisión por la detención ilegal y torturas a José Poblete y Gertrudis Hlaczik, y por la ocultación de la hija del matrimonio.
Finalmente, fue sentenciado a 23 años de prisión en la causa ‘Batallón 601’ por secuestros, torturas y desaparición forzada de personas entre 1979 y 1980.