En el sitio de la Biblioteca de Justicia Climática Argentina se puede acceder, de manera simple, rápida y directa, a diferentes regulaciones para participar activamente en la defensa del ambiente y la promoción de la justicia climática, reconociendo saberes ancestrales y experiencias fundamentales para luchar contra el cambio climático.
Se trata de una herramienta especialmente útil para lideresas locales, quienes podrán acceder de forma inmediata a leyes que protegen el bienestar de sus comunidades frente a los fenómenos climáticos. Por ejemplo, la Ley Nacional 25.688 establece los presupuestos mínimos ambientales para la preservación y gestión sustentable de los recursos hídricos, regulando la protección de cuencas y la prevención de desastres hídricos.
Frente a las inclemencias que genera el cambio climático es fundamental conocer la legislación para garantizar el uso pleno de derechos y contar con herramientas de protección para toda la ciudadanía. Por ejemplo, en el sitio los bonaerenses encontrarán la Ley de Plan de Gestión de Riesgo Hídrico de la Provincia de Buenos Aires que determina las estrategias para la prevención y mitigación de inundaciones en la provincia; y los chubutenses hallarán la Ley XIX 32, que defiende de los incendios a las comunidades vegetales forestales.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Para facilitar su uso y comprensión, la documentación que ofrece el sitio se encuentra clasificada en tres categorías diferentes: geográficas, temáticas y por tipo de norma. Las categorías geográficas son: NOA, NEA, Centro, Cuyo y Patagonia; las temáticas son: Actividades productivas e infraestructuras; Ambiente y cambio climático; Género, cultura y derechos humanos; Gestión y economía; Salud y bienestar; y por tipo de norma se dividen entre: Jurisdicción Internacional e Interjurisdiccional y otro tipo de normativa (Resolución, Acordada, Acuerdo, Circular, Código, Comunicación, Conferencia, Consenso, Constitución, Declaración, Decreto, Disposición, etc.).
La Biblioteca también ofrecerá material de consulta para mujeres líderes en su territorio, operadores judiciales y para todas aquellas personas que tienen real incidencia en la creación de marcos legales e implementación de políticas públicas. Además, en el sitio se podrá ver la serie documental “Voces activas”, que narra las historias de mujeres que, desde diferentes rincones de nuestro país, enfrentan los inmensos desafíos que impone el cambio climático.
Esta biblioteca forma parte del proyecto “La Red de Mujeres Rurales, de Pueblos Indígenas y Judiciales por una Justicia Climática”. Se trata de una iniciativa que busca dar herramientas para fortalecer la resiliencia frente a todos los desafíos que trae el cambio climático, implementada por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), realizada por la Fundación Foro del Sur y financiada por el programa Euroclima+ de la Unión Europea. La propuesta cuenta con el acompañamiento de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina (AMJA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El proyecto reúne a representantes de dos sectores directamente interpelados por las inclemencias que trae el deterioro del equilibrio habitual de la naturaleza: las mujeres gestoras de distintos sistemas agroalimentarios y las representantes del Poder Judicial y los Ministerios Públicos. Sobre este tema, el Embajador de la Unión Europea en Argentina, Amador Sánchez Rico, indicó: “Hoy en día, las emisiones de gases de efecto invernadero dentro de la UE representan aproximadamente un 6% del total de emisiones a nivel mundial. Un porcentaje que ha venido reduciéndose de manera muy significativa desde 1990, época en la cual formábamos parte de aquellas regiones con mayor tasa de emisión. Las poblaciones más vulnerables, son las más expuestas al impacto del cambio climático, a pesar de haber contribuido en menor medida a la crisis. En esta óptica, y en aras de una mayor justicia climática, la UE reconoce su responsabilidad histórica y está comprometida en trabajar de manera integral, y con distintos grupos sociales, para enfrentar los desafíos asociados a las alteraciones ambientales que hoy vivimos”.
Por su parte, Lorena Chara, directora de la Agencia Francesa de Desarrollo en Argentina, aseguró: “Frente a la actual emergencia social, ambiental y climática y a la sensibilización creciente de la sociedad civil, la AFD integra dentro de sus ejes principales de trabajo la Justicia climática. El objetivo es apoyar a nuestros socios en el fortalecimiento de su legislación ambiental y en el acceso de todos a la justicia en asuntos ambientales y climáticos. En línea con la estrategia de Francia, la AFD se compromete a trabajar en beneficio del estado de derecho ambiental especialmente a favor de los más vulnerables. Es por ello que reconocemos a las niñas y a las mujeres de zonas rurales y de pueblos originarios como población especialmente vulnerable frente a los efectos del cambio climático y a la vez como las grandes protagonistas de la transición justa, solidaria y sostenible. En este camino no están solas, cuentan también con el apoyo activo de otras mujeres, las mujeres que encarnan el Poder judicial, lo cual no es menor».
La Red de Mujeres Rurales, de Pueblos Indígenas y Judiciales por una Justicia Climática es un instrumento muy valioso para garantizar que las decisiones judiciales tengan un enfoque ambiental mucho más participativo, respetando los derechos de las comunidades y promoviendo una justicia ambiental realmente efectiva que, junto a otras políticas y resoluciones ambientales, aborden las desigualdades estructurales que incrementan las vulnerabilidades que enfrentan las mujeres rurales e indígenas.
Por ese motivo, la Justicia Climática es una clase de justicia ambiental que se enfoca en cómo el cambio climático afecta a las poblaciones más vulnerables, especialmente a las mujeres y niñas, al disminuir la disponibilidad de recursos naturales fundamentales, como alimentos y agua, de los cuales dependen para mantener a sus familias.