Fue una absoluta locura. Un vaivén descorazonador que arrancó demasiados sustos a ambos equipos. El PSG visitaba Villa Park con una ventaja de 4 goles. Parecía suficiente. Pero el Aston Villa (3-2) de Unai Emery no compró el discurso y luchó. Aunque no consiguió terminar de cerrar la remontada.
El PSG no especuló. Salió al Villa Park y arrasó. Dos tantos eficientes en el primer tiempo parecían encaminar la eliminatoria. El primero lo firmó Hakimi al poco de empezar el duelo. Tras una contra, Acraf aprovechó un mal control de Barcola para superar al Dibu Martínez quien, con un error en la salida, dio inicio a la jugada. Luis Enrique ya respiraba tranquilo una vez ampliado el marcador pero su equipo no tiene nunca suficiente. El campeón de la liga francesa puso aún más tierra de por medio mediante Nuno Mendes, en una jugada vertical y trepidante del conjunto parisino.
Luis Enrique da instrucciones a sus jugadores en el choque ante el Aston Villa. / LAP
El Aston Villa intentó rebatirle el dominio, pero poco consiguió más allá del gol de Youri Tielemans, que remató una jugada colectiva con un tremendo chut con parábola que superó sin problemas Donnaruma. Se confió, se gustó. Y volvió a golpear para darle alas a una esperanza. Una parábola casi perfecta nació de las botas de John McGinn para volar sobre la cabeza del guardameta italiano nada más empezar el segundo tiempo.
Segundos después, casi con la celebración aun coleando, Unai Emery se ponía a saltar en la banda porque su equipo se ponía por delante en el marcador. Un centro pegado a la línea de fondo de Rashford llegó justo a la bota derecha de Ezri Konsa, que con el empuje de toda una afición reventó el balón. Superó la línea y la incredulidad inundó el Villa Park, que tras una milésima de estupefacción gritó y alentó a los suyos.
Con el 3-2 a favor, el Aston Villa no bajó ni un poco la intensidad. Luchó creyó, se hizo grande ante el todopoderoso PSG. Pero no fue suficiente. Terminó sin más, pese a los esfuerzos titánicos del conjunto de Emery, que se dejó hasta el último aliento sobre el verde.