La provincia de Córdoba vivió este domingo una jornada de fervor popular que sacó a miles de personas a la calle para acompañar, en un día esplendoroso, a la procesión del Corpus Christi. En Palma del Río, los vecinos, hermandades y colectivos engalanaron las calles y situaron a lo largo del recorrido multitud de altares en una mañana luminosa en la que el buen tiempo hizo disfrutar a los devotos de un gran día de Corpus. La procesión discurrió por el centro con la participación de todas las hermandades y miembros del equipo de gobierno como la alcaldesa, Matilde Esteo, el concejal de tradiciones populares, Antonio Martín y el concejal de inclusión social y mayores, Javier Ruiz.
En Montilla, la parroquia de Santiago Apóstol acogió por la tarde la salida de la solemne procesión, una de las expresiones más hondas de la religiosidad popular en la localidad de la Campiña Sur. El cortejo eucarístico, que comenzó tras la misa oficiada por Javier González Martínez, vicario parroquial y vicerrector de la Basílica Pontificia Menor de San Juan de Ávila, recorrió el casco histórico con la custodia de 1809, obra del orfebre cordobés Manuel Aguilar y Guerrero, auténtica joya de la platería neoclásica, bajo los acordes de la Agrupación Musical La Unión.
Procesión del Corpus en Montilla. / Corresponsales
En Cabra, el Corpus Christi salió en procesión después del Triduo a Jesús Sacramentado que ha tenido lugar del jueves 19 al sábado 21 de junio en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles. Tras la función religiosa oficiada por Emiliano Nguema y concelebrada con los distintos párrocos de la ciudad y acompañamiento musical de la Schola Cantorum Egabrense, la procesión salía a la calle desde la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles, acompañada por la Banda de Música de Cabra. Un año más, fueron protagonistas en su cortejo los niños que han recibido su Primera Comunión. Los fieles disfrutaron de la custodia procesional del Corpus, obra de Pedro Sánchez de Luque, representante del estilo purista, realizada entre los años 1621 y 1626.
Procesión del Corpus en Cabra. / Corresponsales
En Baena, la Real y Muy Antigua Hermandad Sacramental del Corpus Christi celebró una de las festividades religiosas más emblemáticas de la ciudad, que este año regresaba al horario de tarde tras algunos años procesionando por la mañana, una modificación pensada no solo para mitigar el calor, sino, como se insiste desde la organización, «para evitar el sol directo sobre nuestros hermanos e invitados». El programa de actos comenzó con la recogida de la Corporación Municipal, seguida de la tradicional misa y la salida de la Custodia. El recorrido por las principales calles del casco histórico lució engalanado con colgaduras y toldos blancos y amarillos, elementos decorativos que pretenden reforzar el carácter solemne de la celebración y convertir las calles de Baena en un altar urbano.
Procesión del Corpus de Baena. / Corresponsales
Por su parte, la procesión solemne del Santísimo Sacramento en Lucena culminaba el calendario de cultos organizados por la festividad del Corpus Christi. La nueva junta de gobierno, presidida por Gonzalo Angulo, programó desde el jueves el triduo en el templo de San Mateo. En la jornada dominical, el vicario episcopal de la Campiña, Jesús María Moriana, presidió la misa, concelebrada por los párrocos, antes del recorrido por el centro de la localidad, acompañado por una multitud de niños que han recibido en las últimas semanas la Primera Comunión. La cofradía estudia, para el año próximo, anticipar a la mañana del domingo la procesión de Jesús Sacramentado.
Procesión del Corpus en Lucena. / Corresponsales
La procesión del Corpus de Bujalance, organizada por las parroquias, las Hermanas de la Fraternidad Reparadora, la Adoración Nocturna, la Agrupación de Cofradías y los grupos parroquiales, se desarrolló con gran esplendor a pesar del calor. Tras la eucaristía celebrada en la Catedral de la Campiña y presidida por el párroco Francisco Roldán, salía en procesión el Corpus Christi en la custodia del siglo XVIII de Damián de Castro, bajo templete de plata, llevada a costal por jóvenes bujalanceños.
Procesión del Corpus en Bujalance. / Corresponsales
En Fuente Palmera, la procesión desfiló tras la Santa Misa celebrada en la parroquia de la Purísima Concepción. Los niños y niñas de comunión, representantes de las hermandades de La Colonia y feligreses acompañaron a la custodia, realizada en plata en el 1816 por el orfebre cordobés Manuel Aguilar, portada bajo palio por el párroco, Miguel Ramírez. El espectacular colofón lo puso el paso de Jesús Sacramentado por una preciosa alfombra de sal elaborada por los miembros de la Adoración Nocturna.
Procesión del Corpus en Fuente Palmera. / Corresponsales
Y en Villanueva de Córdoba, la procesión celebró el singular momento en el que los participantes crujieron sobre el suelo sus porros, al estilo de latigazos y en distintos puntos del recorrido. Esta tradición está en auge, ya que este año y como novedad el Ayuntamiento ha organizado un taller sobre la recogida de juncia, la elaboración y el aprendizaje de crujirlos.
Crujiendo los porros en la procesión del Corpus de Villanueva de Córdoba. / Corresponsales
Finalmente, Pozoblanco celebró el Corpus y en sus calles volvieron a instalarse los altares que marcan esta tradición, mientras que en otras zonas la vecindad realizó alfombras de sal de llamativos colores para recibir el paso de la Custodia en su itinerario procesional. Un itinerario que comenzó en la parroquia de Santa Catalina y que avanzó hasta el barrio de San Sebastián para luego emprender el camino de vuelta por las calles más céntricas del municipio.