Leónidas Mateu (56) no durmió. Tampoco se animó a reenviar la noticia a su familia. Dice que el pedido de revisión que presentó la organización Innocence Project Argentina contra uno de los dos hombres condenados a perpetua por el crimen de su hija «revolvió» un dolor que nunca se fue, pero que creía haber dejado atrás.
Leónidas es el papá de Mara Mateu, una adolescente de 16 años que el 23 de marzo de 2008 salió al centro de Santa Teresita para encontrarse con amigos. Nunca regresó. La búsqueda fue desesperada hasta que al día siguiente hallaron su cuerpo en un médano cerca de la calle 36.
Mara fue víctima de un abuso sexual y de un femicidio. La asfixiaron con las manos y después con el cordón de sus zapatillas.
Por el crimen fueron condenados a prisión perpetua Diego Daniel Buzzo (39), a quien vieron con ella horas antes de la desaparición, y Adrián Darío Svich (64), que había llegado horas antes del femicidio desde La Plata.
Buzzo quedó detenido después de que testigos lo ubicaron junto a Mara en la peatonal. Su suegra reconoció que había llegado con un celular y un reproductor de mp3 y que se lo había dado a su hija. Además, declaró que tenía la cara y la ropa «llena de arena».
Por su parte, Svich quedó preso porque el 25 de marzo a la madrugada había discutido con la recepcionista de un hotel que quería cobrarle por una mujer que había pasado la noche con él.
«Querés que te diga, te lo digo: tengo una chica colgada en un árbol«, declaró haber escuchado la mujer.
El 18 de abril de 2008, fue sobreseído por falta de mérito, pero el 24 de octubre volvieron a detenerlo: en el reconocimiento médico habían detectado arañazos en su espalda y encontrado una camisa con manchas de sangre en su habitación del Hotel San Remo de Santa Teresita.
Lo que encontraron en esa camisa es, 17 años después, lo que podría cambiarlo todo. Es que en esa prenda hallaron rastros de ADN y una prueba genética, realizada en el Hospital Durand, incriminaba a Svich. O, al menos, eso se creía hasta ahora.
De acuerdo a los argumentos de la condena y de la familia de Mara, no es la única prueba para acusarlo.
El pedido de Innocen Project
Sin embargo, Innocence Project, una organización sin fines de lucro que trabaja para revertir condenas erróneas y visibilizar fallas estructurales del sistema judicial argentino, pidió una acción de revisión para que se tenga en cuenta una nueva prueba.
Manuel Garrido, director de Innocence Project, explicó a Clarín: «Lo que estamos planteando es una acción de revisión que lo que te permite es cuestionar una sentencia firme cuando hay una prueba nueva que demuestra un error judicial. En este caso, es por un informe genético forense que indica que el que usaron para condenar a Svich está mal hecho«.
El informe fue realizado en PRICAI-Fundación Favaloro, el primer centro de inmunogenética del país, y presentado ante el Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires junto con la acción de revisión.
Ese reporte «sostiene que la prueba genética valorada en la condena carece del sustento y la relevancia asignada en el momento del juzgamiento», advirtieron desde Innocence Project.
«El informe genético forense que acompañó la causa es de 2011 y dice que está acreditado que en la camisa de Svich, una camisa blanca, había ADN de la víctima. Lo que dice el perito que hace el informe de la Fundación Favaloro es que se hicieron mal los cálculos de los marcadores genéticos«, aseguró Garrido.
Ante esta situación, Casación bonaerense deberá resolver si hace lugar a la revisión o si la rechaza por considerar que hay otras evidencias, además de la prueba de ADN.
También puede disponer que se realice nuevamente el informe, se haga un nuevo juicio o hasta absolver automáticamente a Svich.
En el juicio, realizado en 2011 ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de Dolores, María Rodríguez Cardozo, entonces directora del Banco Nacional de Datos Genéticos del Durand declaró y respaldó el informe.
“En probabilidad numérica, cuando se habla de quimerismo de más de tres personas, se puede inferir qué probabilidades tiene de encontrar una persona tomada al azar de la población argentina, que no sea gemela univitelina de la víctima, y esta probabilidad es de una en dos billones de personas”, declaró.
¿Qué quiere decir? Que el perfil genético hallado en la camisa coincidía con el del Svich.
Ahora, el cuestionamiento abre un nuevo debate sobre el proceso, que estuvo atravesado por irregularidades. Durante la investigación se perdieron pruebas fundamentales: las uñas extraídas en la autopsia desaparecieron de la fiscalía.
Nunca se pudo saber si Mara, mientras se defendía, logró obtener ADN de sus agresores en las manos, una de las formas más típicas para la identificación de atacantes sexuales.
Además, según denunciaron Leónidas Mateu y su abogado, Marino Cid Aparicio, «cambiaron pelos secuestrados en el Hotel Roma».
«Yo estuve el día que secuestraron un jabón con pelos en el hotel. Eran pelos largos, castaños, uno reconoce el pelo de su hija. Cuando abrieron los sobres, eran pelos cortos, de otro color. Como ya había pasado lo de las uñas, eso estaba en custodia de Gendarmería Nacional. Eso también se denunció», recordó Leónidas a Clarín.
Para Innocence Project, estas irregularidades derivaron en una condena que cuestionan como «injusta», ya que el resto de las pruebas utilizadas para condenar giraban alrededor del ADN.
«Todo se leyó a la luz del peritaje, te diría que sin el informe pericial no lo hubieran condenado», dijo Garrido y se refirió, entre otros elementos, a que «no se pudo probar en el juicio el vínculo entre Buzzo y Svich» y que nadie «vio salir del hotel a Svich» el día y la hora del crimen.
«En la audiencia del juicio el médico certificó que lesiones compatibles con uñas y que tenía la particularidad de haberse producido en la Costa porque no las tenía antes de viajar, cuando él lo revisó», cuestionó el abogado Cid Aparicio.
Y agregó: «Además, uno de los testigos en el juicio afirmó que Svich, alias ‘El Viejo’ y ‘El Platudo’, era viajante de estupefacientes. Ahora no me extraña que estén financiando esta aventura judicial.»
Mientras esperan la resolución judicial, Leónidas Mateu ve pasar una y otra vez los días y la angustia que vivió, no sólo durante la búsqueda de su hija, sino también durante la investigación.
«Es una amargura bárbara, no dormí en toda la noche. Estas cosas revictimizan a los familiares. Yo a mi hija la voy a visitar siempre, está dos metros bajo tierra, y estas basuras siguen solicitando cosas y no se hacen cargo cuando la Justicia en las tres instancias dio un fallo contundente», aseguró el hombre.
El papá de Mara se sorprendió con la noticia. Esperaba pedidos de «transitoria» o «visitas especiales», pero «no esta barbaridad».
«Parece que lo están cargando a uno. Cuando la Justicia ya se había expedido. Se me pasa por la cabeza todo otra vez. Pasar por todo esto es horrible. Pasar por un debate oral, es horrible para la familia y ahora esto», cerró.
AA – EMJ