Hace justo un año, Córdoba tocó el cielo. Fue el 23 de junio de 2024 cuando el Córdoba CF firmó una de las gestas más memorables de su historia reciente: una remontada inolvidable ante el Barça Atlètic que le abrió de nuevo las puertas del fútbol profesional. El Arcángel rugió, Las Tendillas vibró y un grupo de jugadores se ganó para siempre un lugar en la memoria blanquiverde. Doce meses después, cabe preguntarse: ¿qué fue de los protagonistas de aquella noche histórica?
Los que siguieron: pilares y secundarios
Tras aquella gesta, el verano trajo consigo una necesaria reestructuración de plantilla, aunque varios de los baluartes del ascenso se ganaron su sitio en el nuevo proyecto en el fútbol profesional. Carlos Marín siguió siendo el dueño de la portería, mientras que hombres como Carlos Albarrán, Isma Ruiz, Álex Sala -firmado en propiedad-, Christian Carracedo y Adilson Mendes mantuvieron su rol protagonista. También Antonio Casas, que no solo se quedó, sino que vivió un año especial antes de poner fin a su etapa como blanquiverde cuatro temporadas después.
No todos, sin embargo, lograron brillar con la misma intensidad. José Calderón, por ejemplo, vio mermado su protagonismo, especialmente en la segunda vuelta. Tiene contrato, pero su futuro está en el aire. José Antonio Martínez (Yunnan Yukun), Kuki Zalazar (Ceuta) y Adrián Lapeña hicieron las maletas, este último con destino internacional al CSKA de Sofía búlgaro, mediante traspaso. Matías Barboza, por su parte, no logró asentarse como se esperaba, condicionado por las constantes lesiones.
Carlos Marín, durante una sesión de trabajo de este curso en el Córdoba CF. / Manuel Murillo
A día de hoy, Casas es la baja más relevante de aquella plantilla en lo que respecta al curso venidero. El resto de los que continúan en el club, salvo sorpresa, seguirán siendo parte del bloque de Iván Ania para afrontar la temporada 2025-2026 en Segunda.
Los que se fueron: caminos cruzados
Hubo quienes, una vez consumado el ascenso, entendieron que era momento de cerrar su etapa como cordobesistas. El caso más sonado fue el de Diarra, que firmó por el Tenerife. El mediocentro maliense rindió a nivel individual, pero no pudo evitar el descenso del cuadro chicharrero. Y su continuidad en la isla, ahora en Primera Federación, es incierta. Otro que dio el salto a Segunda fue Simo Bouzaidi, aunque con suerte dispar: apenas 285 minutos y un gol en todo el curso con el Eldense, que también acabó perdiendo la categoría. Más abajo, Kike Márquez encontró refugio y liderazgo en el Zamora, donde firmó nueve tantos en el fútbol de bronce.
El resto repartió su destino por la geografía nacional. Lluís Tarrés (Getafe B), Carlos García (Unionistas), Iván Rodríguez (Antequera), Álvaro Leiva (Algeciras), Christian Delgado (Numancia), Adri Castellano (Atlético Sanluqueño) o Recio, que no encontró equipo, forman parte de esa diáspora tan colorida. Mención especial para Alberto Toril, el autor del doblete histórico en la final del ascenso, que cambió El Arcángel por Costa Rica, donde ha triunfado con el Alajuelense alzando la Recopa local y la Copa Centroamericana de la Concacaf.
Diarra conduce el esférico durante el Córdoba CF-Tenerife de la primera vuelta de Liga. / A.J. González
Y en otros términos, otro que no pudo continuar en el club, lógicamente, fue Dragisa Gudelj, que anunció su retirada del fútbol tras el segundo episodio de muerte súbita que sufrió durante el cruce en Melilla de la primera vuelta, el que fue el último partido de su carrera. Aún así, estuvo presente en la celebración del ascenso, siguiendo al equipo en multitud de encuentros e incluso este mismo curso, ya en Segunda División, siguiendo de cerca el avance de sus compañeros en el fútbol profesional.
Los talentos del filial: caminos diversos
La temporada del ascenso también sirvió para dar visibilidad a algunos jóvenes del Córdoba CF B. Aunque solo Matías Barboza logró asentarse como parte del primer equipo, otros canteranos asomaron brevemente. Óscar Jiménez acabó fichando por el Antoniano, mientras que Adrián Vázquez y Álvaro Vázquez continuaron un año más, para recientemente haber cerrado su etapa en el club. Paco Fernández también hizo las maletas.
La gran esperanza sigue siendo Álex López, lateral izquierdo con enorme proyección que, pese a la lesión que lo apartó durante buena parte del curso, se perfila como una pieza importante de cara al futuro.
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