En el programa Es un montón, transmitido por el streaming de Canal 10, Bruno Ferrero, cocinero de Azafrán, una escuela de gastronomía.
Con la llegada de los días fríos, las sopas y pucheros se convierten en las estrellas de la temporada.
Aunque muchas veces lo asociamos solo con las picadas, el mantecol o el yogur de la merienda, el maní es uno de los productos más valiosos y versátiles que tenemos en Córdoba.
No solo porque el 90% del maní que exporta Argentina sale de nuestra provincia —convirtiéndonos en el séptimo productor mundial—, sino porque es nutritivo, económico y multifacético. Sin embargo, pocas veces lo vemos como protagonista en nuestras cocinas.
Bruno, cocinero y docente apasionado por la cocina local, redescubrimos al maní como eje de un plato tradicional de la cocina andina, adaptado a nuestra tierra: la sopa de maní.
Sopa de maní
Ingredientes:
- 1 cebolla
- 1 rama de apio
- 1 diente de ajo
- 1 ramita de hinojo (opcional)
- 1 batata chica
- 2 hojas de laurel
- 1 cda. de pimentón
- ½ cdita. de ají molido
- ½ cdita. de comino
- 1 taza de maní tostado con sal (se puede usar maní crudo, pero hay que tostarlo antes)
- 1 litro de caldo de pollo o caldo de verduras (si se quiere hacer vegetariana)
- Aceite c/n
Preparación:
- Preparar la base aromática: Picar groseramente la cebolla, el apio, el ajo y el hinojo. No importa el corte porque luego se va a mixear.
- Saltear: En una olla con un poco de aceite caliente, rehogar las verduras hasta que estén blandas y levemente doradas.
- Agregar la batata: Cortar la batata en cubitos pequeños y sumarla a la olla. Su almidón aportará cremosidad natural a la sopa.
- Condimentar: Agregar el pimentón, ají molido y comino. Dorarlos unos segundos para que liberen sus aromas. Incorporar también las hojas de laurel (acordate de retirarlas antes de mixear).
- Sumar el maní y el caldo: Agregar el maní y el caldo elegido. Cocinar todo a fuego medio durante 15 a 20 minutos, hasta que la batata esté bien tierna.
- Mixear: Retirar las hojas de laurel. Procesar la sopa con mixer o licuadora hasta lograr una textura bien cremosa y homogénea.
- Corregir sal si es necesario Recordá que el maní ya tiene sal, así que conviene ajustar al final.
Una receta simple que nos recuerda que a veces lo más nutritivo y delicioso está más cerca de lo que creemos.