Amaral celebra la Dolce vita junto a un público cordobés entregado

Bajo el cielo cálido de Córdoba, y arropados por un público entregado desde el primer acorde, Amaral ha ofrecido en el marco del Córdoba Live un concierto que ha sido mucho más que un repaso a su trayectoria: ha sido una declaración de presente. Con Dolce vita, su último álbum, como columna vertebral del repertorio de la noche, el dúo zaragozano ha convertido el recinto en un escenario de emociones cruzadas, donde la belleza, la rabia y la esperanza se han entrelazado con una fuerza que ha desbordado lo puramente musical. Ha sido una noche de alta intensidad, en la que cada canción ha tenido el pulso exacto. 

Desde el arranque, Eva y Juan han dejado claro que Dolce vita no es un nuevo capítulo y ya, sino su presente, un presente por el que apuestan y el centro mismo de esta nueva gira que los ha traído esta noche hasta Córdoba. Han interpretado el disco de principio a fin, con una puesta en escena milimetrada y un despliegue visual que ha acompañado sin distraer, amplificando el mensaje de cada canción. Con una Eva potente y con la fuerza que la caracteriza. Una Eva que incluso ha llegado a elevarse por los aires «en el centro de un tornado».

En unos tiempos donde la nostalgia y muchos conciertos funcionan como celebraciones del pasado, Amaral ha elegido el riesgo del ahora, y lo ha hecho con convicción, con garra, y con una autenticidad que ha quedado grabada en cada rincón del recinto. Así, las canciones nuevas no han pedido permiso, lo han tomado. Temas como En el centro de un tornado o Libre han llegado envueltos en dramatismo y fuerza escénica, con una Eva que ha desafiado el silencio y ha cantado con esa voz que es ya un icono de la música en español. 

Eso sí, el setlist y el concierto ha sido tan extenso que también ha habido tiempo para el recuerdo. La aparición de Toda la noche en la calle, como tercera canción del setlist, ha activado la memoria colectiva de inmediato, y Tardes, rescatada con delicadeza por Juan, ha puesto un nudo en la garganta. No solo por la delicadeza con la que la ha tocado, sino que también por el discurso previo que ha dado, agradeciendo a todos esos fieles seguidores que los han acompañado y sostenido en tantos años de carrera. 

Y es que ha sido esa convivencia fluida entre lo nuevo y lo clásico lo que ha sostenido la noche: Moriría por vos, Días de verano o Resurrección han brillado sin parecer piezas de museo. Cómo hablar ha despertado la ternura, el amor y las miradas cómplices entre el público, como una canción completamente atemporal que uno nunca se cansa de dedicar a la persona que quiere. Ahí estás, con la que han cerrado el concierto, de nuevo de su último trabajo, ha sonado como un abrazo directo al corazón del público cordobés

El equilibrio entre lo íntimo y lo épico, entre la nostalgia y la urgencia, ha marcado el tono de un directo que no se conforma con ser bonito: quiere ser necesario y lo consigue. Porque Amaral, más que nunca, está donde quiere estar, y eso, en tiempos de fórmulas rápidas, es toda una rareza.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

Pidieron preventiva para el policía y los asaltantes

El fiscal Diego Rulli pidió la prisión preventiva para...

Ajustes económicos: el Gobierno analiza un IVA diferencial para el turismo

El ministro de Turismo, Daniel Scioli, anticipó que el...

Los números de Mikel Arteta y su opinión sobre los rumores de dirigir al Barcelona

Barcelona no atraviesa su mejor...