Durante el juicio por el intento de robo de una camioneta asignada al ministro de la Corte Suprema Horacio Rosatti, ocurrido frente al Palacio de Tribunales en mayo de este año, la fiscalía sostuvo que el hecho fue parte de una serie de maniobras de intimidación contra el titular del máximo tribunal y solicitó cinco años de prisión para el imputado, Damián Berruet, de 46 años.
El fiscal general Diego Luciani, junto con la auxiliar Mercedes Galli, presentó el alegato ante el Tribunal Oral Federal N°2 y calificó el episodio como un acto de presión contra Rosatti. Según los representantes del Ministerio Público Fiscal, el acusado debe ser condenado por robo en grado de tentativa, agravado por el uso de herramientas especiales (como una ganzúa) y por tratarse de un vehículo estacionado en la vía pública.
El intento de sustracción ocurrió el 30 de mayo de 2024, cuando Berruet habría intentado violentar la cerradura de una Toyota SW4 blanca, asignada a Rosatti. Toda la secuencia fue captada por cámaras de seguridad y utilizada como prueba principal por la fiscalía. Los videos muestran al imputado saliendo de un hotel en el barrio de Congreso y dirigiéndose directamente hacia el lugar donde estaba estacionada la camioneta, en una zona reservada para vehículos oficiales.
Según detalló Galli, Berruet inspeccionó la patente y se dirigió específicamente hacia el vehículo vinculado al presidente de la Corte. Cuando fue abordado por un agente de la Policía Federal, intentó huir y amenazó al oficial con un objeto punzante. Finalmente fue detenido en la esquina de Lavalle y Paraná por personal de la Policía de la Ciudad.
Al momento del arresto, el acusado no portaba ni teléfono celular ni documentación personal. Llevaba consigo un destornillador de 30 centímetros, una llave Allen modificada y un equipo de radio tipo handy, adaptado para bloquear señales de llaves electrónicas. Además, proporcionó una identidad falsa, que más tarde se comprobó que pertenecía a un comerciante vecino de su madre en Córdoba.
Durante su exposición, Luciani sostuvo que el accionar de Berruet no fue un hecho aislado, sino parte de una serie de ataques sistemáticos contra Rosatti. En esa línea, recordó episodios previos como el intento de robo en la vivienda del ministro en Santa Fe en 2023, la filtración de declaraciones juradas judiciales en 2022, y otros hechos intimidatorios como pintadas, panfletos amenazantes y hackeos.
El fiscal también contextualizó este intento de robo dentro de un “clima político hostil”, aludiendo al proceso de juicio político impulsado contra los jueces de la Corte durante el gobierno anterior. “Esto no puede ser leído como un simple intento de robo: es parte de una estrategia más amplia de presión sobre el Poder Judicial”, señaló.
Por su parte, Galli destacó los antecedentes penales del imputado, quien ya había sido condenado en al menos cinco ocasiones por delitos contra la propiedad. Según las pruebas recolectadas, Berruet formaba parte de un grupo que se alojaba en el Hotel Nuevo Camino, cerca del Congreso, y que presuntamente se dedicaba a cometer robos de baja complejidad en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires.
Con base en todo lo expuesto, la fiscalía solicitó al tribunal que imponga una pena de cinco años de prisión efectiva, junto con las accesorias legales correspondientes y el pago de las costas del juicio, y pidió que se mantenga su reincidencia.
La audiencia continuará el próximo miércoles 16 de julio, cuando será el turno de la defensa para presentar su alegato.