Podemos ha dado por «muerta» la legislatura y ha acusado a Pedro Sánchez de «matarla». Este martes lo ha recalcado el portavoz nacional de los morados, Pablo Fernández, que ha dicho que está «finiquitada«. Sin embargo, los cuatro diputados de Podemos no terminan de dar el golpe de gracia al Gobierno de coalición y todavía ponen sobre la mesa su hipotético apoyo a unos futuros presupuestos. Eso sí, con condiciones muy duras: frenar el gasto en Defensa y, por tanto, incumplir el acuerdo con la OTAN, y romper toda relación con Israel.
«Creemos que la legislatura en clave progresista está finiquitada y que el bipartidismo es el freno a las transformaciones que necesita nuestro país», ha sentenciado Fernández en una rueda de prensa este martes tras criticar duramente la comparecencia que ofreció el presidente del Gobierno este lunes para hacer balance antes del parón veraniego. No obstante, cuestionado sobre las intenciones de Sánchez de presentar unos Presupuestos antes de que termine el año, ha asegurado que los «votos de Podemos estarán para resolver los problemas de la gente».
Pese a que el portavoz morado considera que las intenciones del líder socialista pueden ser utilizar una derrota en la tramitación de los Presupuestos para convocar elecciones y que «por el camino no se hable ni de la corrupción, ni de la sumisión a Estados Unidos, ni la complicidad con el genocidio», ha asegurado que los cuatro diputados de Podemos votarán a favor si «no hay ni un solo céntimo de euro más en aumento militar, si se rompen relaciones diplomáticas y comerciales con el Estado terrorista y genocida a Israel, si se decreta un embargo total de armas a Israel y si se baja por ley un 40% el precio de los alquileres«.
Las condiciones, largamente defendidas por Podemos, resultan bastante complejas de ser aceptadas por el Gobierno y fuentes de distintos partidos apuntan a que los morados buscan el fin de la legislatura sin tener que ser ellos quienes dejen caer al Ejecutivo de coalición.
El «triunfalismo»
Además, Fernández ha criticado duramente a Sánchez por utilizar «titulares vacíos» para tapar la corrupción y de dedicar recursos al gasto militar, mientras descuida problemas como la vivienda o los permisos de cuidado retribuidos. No solo eso, también ha reprochado al jefe del Ejecutivo su «triunfalismo» económico, señalando que presume de datos macro mientras millones de personas no pueden pagar alquiler o llenar la cesta de la compra. Un discurso que coincide bastante con el del PP.
Y, justamente, el dirigente de Podemos ha sostenido que el PSOE actúa como el Partido Popular, especialmente en lo referente a la corrupción. Señaló que el bipartidismo ha demostrado que «tan pronto toca poder, mete mano a la caja» y equiparó los casos de Santos Cerdán y Ábalos con los de Isabel Díaz Ayuso y las distintas tramas de corrupción del PP. Además, ha lamentado que en cuestiones esenciales, el PSOE ha demostrado comportarse como el PP, frenando junto a Vox muchas de las propuestas de transformación social que Podemos ha llevado al Congreso.
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