Un “nuevo” armado político surgió en la provincia de Buenos Aires. O, mejor dicho, el mismo de siempre, con nuevos nombres. Se trata de Somos Buenos Aires, un rejunte de heridos de los distintos partidos patronales: sectores que vienen de Juntos por el Cambio, de la Coalición Cívica, radicales como Manes, el peronismo de Randazzo y hasta el GEN de Stolbizer, aunque este último se quedó afuera por un problema de cargos.
Este nuevo espacio está encabezado por Julio Zamora, actual intendente de Tigre, en alianza con figuras como Juanchi Zabaleta (Hurlingham) y otros que no encontraron lugar en el armado de Fuerza Patria (antes Unión por la Patria, antes Frente de Todos, etc.). Se presentan como una “tercera fuerza”, una “avenida del medio”, aunque su programa es más bien una autopista hacia la derecha: moderados en las formas, pero ajustadores en los hechos. Apoyan “lo bueno” y critican “lo malo”, dicen. En la práctica, apoyan el ajuste, pero sin tanto grito, digamos.
Durante este año y medio le dieron todos los votos clave a Milei en el Congreso para sus facultades extraordinarias. Son parte de esa “oposición amigable” que actúa más como soporte que como freno.
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El trasfondo tigrense
La apuesta principal del espacio es Julio Zamora. No solo por su lugar político, sino porque tiene a su disposición uno de los municipios más ricos de la provincia: Tigre. Un municipio que concentra enormes recursos (countries, turismo, industrias), pero también una de las desigualdades más notorias del conurbano: del otro lado del paredón de Nordelta vive el pueblo trabajador pobre.
Zamora fue socio político de Massa durante años. Cuando este último quiso ser presidente, le dejó el manejo del distrito en sus manos. Pero Zamora tomó vuelo propio y, en las elecciones de 2023, se negó a devolver el sillón municipal. Massa, con el aval de Kicillof y La Cámpora, lo dejó afuera del armado de Fuerza Patria y apoyó otra lista. Pero Zamora se presentó por fuera… y ganó. Así, la ruptura de los exsocios quedó sellada.
Pero más allá de la disputa de cargos, lo cierto es que no hay grandes diferencias de fondo. La gestión de Zamora continúa la de Massa: un Tigre al servicio de los grandes capitalistas, con beneficios para Nordelta, las multinacionales y Costantini.
Es el mismo municipio que rebajó el sueldo a los médicos de su gestión, aunque cínicamente postule para encabezar la lista de concejales en Tigre a la subsecretaria de Atención Primaria de la Salud del municipio. El mismo que fue cómplice de la desidia patronal que terminó con la vida de Alan Paz, joven trabajador del frigorífico Rioplatense —propiedad de la familia Constantini—, cuando una pared le cayó encima mientras la demolían sin medidas de seguridad. Como denuncia la familia, esta empresa que recauda millones y desprecia la vida obrera, no tuvo ni una inspección municipal o del ministerio de trabajo provincial, aún luego de la muerte de Alan.
También es el municipio con una policía local de la que ambos, Massa y Zamora, se mostraron orgullosos: el Centro de Operaciones de Tigre (COT). Esa misma fuerza que maltrata a jóvenes de los barrios y que en pandemia mató a golpes a Franco Cardozo.
En definitiva, la pelea entre Massa y Zamora no es por un proyecto distinto de país, sino por ver quién administra mejor los negocios de los grandes. Los mismos negocios que tienen en negro y con salarios miserables a miles de trabajadoras domésticas en Nordelta.
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La misma Stacy Malibú con otro sombrero
Lo cierto es que detrás de Somos Buenos Aires están los heridos de las internas de cada coalición. De un lado, los ex Juntos por el Cambio que no quieren verse pegados al sector más rancio de Santilli y Ritondo, ahora aliados con La Libertad Avanza. Sectores de la UCR vinculados a Martín Lousteau, la Coalición Cívica liderada por Elisa Carrió y el GEN de Margarita Stolbizer, y figuras como Emilio Monzó y Facundo Manes se sumaron a este frente provincial.
Del otro, peronistas sin lugar en el armado massista-camporista como Zamora o Zabaleta. En relación al ex intendente de Hurlingham, encabeza la lista de concejales con el objetivo de posicionarse para competir por la intendencia en 2027 tras haber perdido en 2023 contra el camporista Selci.
En la Segunda Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires —que abarca municipios como San Nicolás y Pergamino— Somos Buenos Aires no presenta lista propia. En cambio, apoya al espacio Hechos, encabezado por figuras como Manuel Passaglia, exconcejal del Frente para la Victoria y actual intendente de San Nicolás. Passaglia fue electo por Juntos por el Cambio, pero se distanció del macrismo tras desacuerdos con La Libertad Avanza en la conformación de lista.
Más casta y panqueque no se consigue: se dan vuelta, negocian, cambian de sombrero, todo por un cargo.