Conmoción, lágrimas y una multitud acompañaron este lunes el último adiós a Ricardo Oliva, de 33 años, y a sus hijos Liz (8), Miqueas (11) y Thiago (12), fallecidos en el trágico accidente ocurrido el pasado fin de semana en la Ruta Nacional 19, en jurisdicción de la ciudad de Arroyito.
El sepelio, que tuvo lugar por la tarde, fue una sentida muestra de duelo colectivo. Docentes, compañeros de escuela, familiares, vecinos y gran parte de la comunidad se acercaron al cementerio para despedir a la familia, recientemente llegada a la ciudad. También estuvieron presentes las dos adolescentes que sobrevivieron al impacto —sobrinas de Ricardo—, mientras que Anabela Cepeda, madre de los tres niños, no pudo asistir debido a su delicado estado emocional.
El accidente ocurrió luego de que la familia regresara de una celebración familiar en honor al cumpleaños número 20 de una de las sobrinas. Ricardo se había mudado recientemente a Arroyito junto a su familia para trabajar como panadero.
“Gracias a un imprudente del volante”, expresó con dolor Verónica Arrieta, hermana de Ricardo, al referirse al joven de 19 años que provocó el choque. “Le habían sacado la licencia y estaba manejando igual. Que pague porque arruinó una familia completa. Se llevó a mi hermano, a mis tres sobrinos”, denunció entre lágrimas.
La familia también relató la experiencia traumática vivida por las adolescentes sobrevivientes. “Ellas presintieron todo. Una estaba consciente y quedó en shock porque vio todo. Mi cuñada nunca perdió el conocimiento y también recuerda todo”, contó Arrieta.
En medio del dolor, los familiares desmintieron versiones que circulaban en redes sociales sobre una supuesta colecta para afrontar los gastos del sepelio. “No estamos pidiendo dinero. Ya está todo cubierto”, aclaró la hermana del fallecido. Andrés Oliva, otro de los hermanos, detalló que el municipio se hizo cargo de los gastos del velorio y el entierro. “Nos prestaron dos nichos hasta que terminen los nuevos”, explicó.
La causa judicial quedó en manos de la Fiscalía de Arroyito, que imputó por homicidio culposo a Franco Alejandro Sosa, el conductor del Volkswagen Bora. El joven de 19 años estaba inhabilitado para conducir al momento del hecho, ya que semanas antes se le había retirado la licencia por una infracción de tránsito.
La familia Oliva exige justicia y que el caso no quede impune.