El mercado sigue acomodándose al nuevo escenario de política monetaria más contractiva, por lo que el tipo de cambio busca un equilibrio tras la disparada y se aleja de los $1.400 a los que se acercó la semana pasada. En la plaza cambiaria observan mayor oferta de divisas, lo que en gran parte explica la menor tensión, junto a una merma en la demanda por parte de inversores y ahorristas.
La jornada de ayer fue la tercera consecutiva en la que el tipo de cambio oficial operó bajista. Con el retroceso de 1,6% que registró ayer, no solo se alejó de la barrera psicológica de los $1.400, sino también del techo de la banda de flotación que estableció el Gobierno, que por la actualización del esquema ya se encuentra en torno a $1.450.
La baja del dólar había sido anticipada por los operadores, que aseguraban que estos niveles incentivarían el carry trade, maniobra en la que los inversores o ahorristas venden divisas para suscribirse a instrumentos financieros en pesos, con la expectativa de que el tipo de cambio avanzará menos que las tasas de interés (o, mejor aún, caerá) y después, con la ganancia, recomprar más dólares.
Esto se debe a que la cercanía del tipo de cambio con el techo de la banda de flotación hace prever que le queda poco margen al alcista porque, en caso de llegar a ese nivel, el BCRA saldría a vender divisas para frenarlo. Ante ese escenario, hay poco incentivo para demandar divisas y muchos prefieren aprovechar las tasas de interés en pesos, que ahora tienen más chances de ganarle al dólar (mayor probabilidad de ganancia del carry trade).
Por qué baja el dólar, según analistas del mercado
«Ayer bajó por tercera jornada consecutiva. No fue un hecho aislado. El lunes, el complejo agroexportador liquidó más de u$s100 millones, el BCRA siguió activo en dólar futuro y la demanda por cobertura se fue diluyendo. La suba del precio del dólar también alienta ventas y seguramente hay compromisos de venta que deben cumplirse», afirma el operador de cambios Gustavo Quintana.
En diálogo con iProfesional, Martín Genero, analista de Clave Bursátil, agrega que el retroceso en la cotización del dólar se explica por mayor oferta de divisas del sector agroexportador, incentivada por un tipo de cambio más alto y la baja de retenciones. Además, sostiene, el mercado se va animando más al carry trade, en parte motivado por la calma cambiaria.
«En estos días hay más oferta de dólares en el mercado cambiario. Parece que este incremento en la oferta en parte se explica por apuestas de los inversores para estrategias de carry trade, luego de varias jornadas de mayor calma en los precios del dólar y en las tasas de interés en pesos», coincide el analista Gustavo Ber.
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, agrega ante iProfesional que esta semana se observan menos pesos circulando en la economía, producto de la absorción monetaria que llevó adelante el Banco Central y el aumento de los encajes bancarios. El menor sobrante de pesos en el mercado financiero, afirma, también contribuye a contener las presiones sobre el tipo de cambio.
Nuevas perspectivas para el dólar a corto y mediano plazo
Los analistas ajustan las perspectivas cambiarias tras la volatilidad. Ahora, en un contexto de mayor estabilidad y en el que el tipo de cambio intenta encontrar un equilibrio, en la City estiman que el precio de la divisa seguirá acotando la volatilidad y operará alrededor de los niveles actuales, aunque la menor oferta estacional del agro y las elecciones mantendrán la tensión.
«Creo que podría abrirse una etapa de mayor calma en el mercado cambiario. Sobre todo, en caso de seguir sin evidenciarse un importante traslado de la variación del tipo de cambio a los precios de la economía. Por ahora, el tipo de cambio podría quedarse merodeando cerca de los $1.350», estima Ber.
Genero advierte que la presión cambiaria se mantendrá vigente durante los próximos meses, aunque sin derivar en una crisis (con el BCRA dispuesto a vender divisas si la cotización llega al techo de la banda de flotación). Esto, sostiene, mantendrá al equipo económico del Gobierno «bajo tensión».
«Aunque el sector agropecuario sostiene que la mayoría del producto disponible ya se liquidó durante la ventana de retenciones reducidas que finalizó el 30 de junio, tras el nuevo anuncio se registraron ventas adicionales de soja, que pasaron de un rango de entre u$s20 millones a u$s30 millones diarios hasta unos u$s100 millones», destaca.
El analista afirma que si bien este flujo de ingreso es muy inferior a los u$s300 millones diarios que se liquidaron durante la temporada de la cosecha gruesa, «cualquier aporte es relevante» en un mercado cambiario ilíquido. Sin embargo, «parece improbable que este flujo marginal del sector agro equilibre la oferta y demanda de dólares hasta las elecciones».
«Más adelante, de cara a octubre, anticipamos mayor volatilidad en la plaza cambiaria, algo típico en contextos electorales en la Argentina. Sin embargo, el Banco Central cuenta con una enorme capacidad para intervenir con ventas en el mercado, en caso de que el tipo de cambio alcance la parte superior de la banda de flotación», afirma Lazzati.