La mayonesa casera es un clásico de la cocina que nunca pasa de moda. Su textura cremosa y su sabor delicado la convierten en el acompañamiento perfecto para ensaladas, sándwiches, verduras y todo tipo de platos. Con solo unos pocos ingredientes y siguiendo unos simples pasos, podés preparar una mayonesa fresca, natural y mucho más sabrosa que las compradas. Además, al hacerla en casa, podés ajustar los sabores a tu gusto y experimentar con toques de ajo, mostaza o hierbas frescas para darle un toque único.
Ingredientes
- 1 huevo (a temperatura ambiente)
- 1 taza de aceite neutro (girasol o maíz)
- 1 cucharadita de jugo de limón o vinagre blanco
- ½ cucharadita de sal
- Opcional: una pizca de mostaza o ajo para darle más sabor
Pasos para preparar mayonesa casera
Prepara los ingredientes:
Asegurate de que el huevo esté a temperatura ambiente para evitar que la mezcla se corte.
Mezcla inicial:
En un vaso de batidora o licuadora, colocá el huevo, la sal y el jugo de limón o vinagre.
Agrega el aceite lentamente:
Vierte el aceite en un hilo fino mientras batís a velocidad constante. Esto es clave para emulsionar correctamente.
Emulsiona la mezcla:
Seguís batiendo hasta que la textura sea espesa y cremosa. Esto suele tomar alrededor de 1 o 2 minutos.
Prueba y ajusta:
Añadí más sal, limón o algún ingrediente extra para resaltar el sabor a tu gusto.
Consejos para una mayonesa perfecta
Evitar que se corte: Si la mezcla no emulsiona, agregá una cucharada de agua caliente mientras seguís batiendo.
Almacenamiento: Guardá la mayonesa en un frasco limpio y hermético en la heladera, y consumila en un máximo de 3 días.
Variedades: Experimentá con sabores como ajo, perejil, albahaca o mostaza para crear versiones personalizadas.