El calendario de las artes visuales en la Capital se desdobló este fin de semana para mostrar sus dos caras: la de la feria consagrada y la de la movida que crece a base de autogestión y trabajo colectivo.
Así, mientras en el Centro Costa Salguero la monumental ArteBA se erigía con el sello de un evento de escala internacional, a poca distancia, en las Galerías Larreta, Affair exhibía su costado federal y colaborativo. Ambos con la misma premisa, mover el mercado, a pesar de la crisis.
Cordobesas en ArteBA
Con más de 400 artistas de 16 países y 67 galerías y proyectos, la 34a edición de ArteBA consolidó su rol como el evento de arte más grande del país.
En el pabellón principal, donde se asientan las 44 galerías más consagradas, la participación es un juego de ligas mayores y Vía Margutta –la galería cordobesa con 30 años de trayectoria– fue una de las pocas del interior que logró un lugar en este exclusivo rincón. “Yo estoy en ArteBA desde el 94, cuando la feria arrancaba. Ese año recuerdo que exhibí exclusivamente obras de Carlos Alonso”, cuenta Maru Becerra, su directora, con la memoria intacta de un circuito en constante evolución.
Este año, la apuesta de Vía Margutta es a todo o nada: “Trajimos artistas de primera línea”, subraya Becerra mientras muestra un catálogo que incluye a Carlos Alonso, Ides Kihlen (artista exclusiva de la galería) y una pieza icónica del chileno-estadounidense Alfredo Jaar, traída desde Nueva York. También se exhiben obras de Eduardo Mac Entyre y Rogelio Polesello.
La estrategia de Becerra es clara: “Siempre aposté al coleccionismo de nivel, poca obra y buena. Me arriesgo”, dice a Perfil Córdoba.
A pesar del contexto económico, la galerista se muestra optimista: “En las épocas de crisis nos va bien. El 2001 fue el mejor año de nuestra galería. Los coleccionistas buscan refugio en el arte”. De todos modos, admite que la venta se cuece a fuego lento: “Por ahora hay muchas preguntas y mucha reserva, pero todavía no se vendió”, decía el miércoles por la tarde, a un día del pre-opening de la feria.
En el sector “Utopía”, donde están las galerías emergentes y experimentales, los stands bajan de los 40 mil dólares que puede costar un espacio en el pabellón principal a un costo más accesible.
Desafiarte: un festival que se sube a los escenarios para romper barreras
Sin embargo, Valeria López, una de las directoras y también artista de la galería cordobesa Satélite, reconoce que la inversión va mucho más allá del costo del stand ya que también hay que pensar en el traslado de obras y el hospedaje.
Satélite llegó a “Utopía” con obras de tres artistas: Gisella Mailén Scotta, Gabriel Alarcón y la propia López, con precios que van de los 2.700 a 4.500 dólares. “Vendimos obra, pero está muy complicado a nivel económico”, admite la galerista que participa por cuarta vez.
Affair, más federal y más colaborativa
A contracorriente de la gran feria, la tercera edición de Affair se instaló en el corazón de las Galerías Larreta –con entrada libre y gratuita– impulsada por seis galeristas y una propuesta que refuerza su carácter federal y colectivo.
Sasha Dávila, uno de sus fundadores, recuerda los inicios en el Polo Cultural Saldías, con una feria en muy pequeño formato. De ese experimento inicial, en el que participaron diez galerías, el proyecto evolucionó a un espacio compartido que hoy alberga a 30 galerías.
“La idea es que cada galería invite a otra”, explica Dávila, quien en su espacio alojó a Un Muro de La Rioja, para fomentar la colaboración con otras del interior del país.
Fernando Ferreyra (galería Tierra), otro de los cofundadores, subraya el crecimiento de Affair: “Somos una feria federal, con galerías de todo el país: Buenos Aires, Córdoba, Rosario, La Rioja, Salta, y también de Santiago de Chile como invitada”, cuenta.
La cordobesa María Wonda, quien también participa en Affair y comparte local con Tierra resalta la importancia de trabajar en equipo y lamenta la falta de datos y planificación en el sector. “Es necesaria con urgencia una planificación de cuáles van a ser las ferias durante todo el año, porque después de acontecimientos como éste, la plaza no es igual”, advierte. Para la galerista, el mercado necesita un tiempo para volver a reactivarse.
En Affair, las obras se ofrecen a precios que van de los 200 a los 5.000 dólares, muy lejos de los 120.000 dólares que se pueden llegar a ver en ArteBA.
Sasha Dávila, quien tuvo en el pasado su espacio en la feria principal, lo explica sin rodeos: “No aplico a ArteBA porque es una inversión muy grande”.
Esta diferencia de escala es la que define la esencia de cada propuesta: mientras ArteBA representa el gran show del mercado consolidado, Affair se posiciona como una alternativa autogestiva y solidaria, un ecosistema donde la construcción colectiva es la clave para sobrevivir y crecer.
La Provincia adquirió cuatro obras en ArteBA
En el marco del Programa de Adquisición para Museos de la Fundación ArteBA, la Provincia de Córdoba compró cuatro piezas que pasarán a formar parte de las más de 1.300 obras que conforman la pinacoteca provincial y que ostentan obras de Carlos Alonso, Ernesto Deira y Dolores Cáceres, entre otros.
Las obras adquiridas pertenecen a los artistas Samantha Ferro (de la galería Valerie´s Factory), Clara Johnson (Remota Galería), Nicola Costantino (The White Lodge) y Luciano Giménez (Galería Cott).
La última adquisición que hizo la Provincia en ArteBA, fue en el año 2022, cuando se quedó con Mascarita, una pintura de la artista plástica Liliana Maresca.
En diálogo con Perfil Córdoba, Raúl Sansica aseguró que las nuevas adquisiciones serán mostradas en la capital cordobesa antes de fin de año, en el Espacio Cultural Museo de las Mujeres.