Los himnos nacionales son más que música para ceremonias: reflejan las características culturales y geográficas únicas de las naciones. Un nuevo estudio ha analizado las características emocionales de 176 himnos nacionales, mediante aprendizaje automático y recuperación de información musical (MIR). Los países más cercanos al ecuador destacan por tener los himnos más positivos y alegres.
Investigadores de la Universidad de Jyväskylä, en Finlandia, hallaron en un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports una serie de patrones emocionales relacionados con la geografía y la cultura de cada país en los diferentes himnos nacionales. Los especialistas analizaron exclusivamente versiones instrumentales, para centrar la mirada en los rasgos musicales como ritmo, armonía y timbre, evitando el sesgo de las letras o las interpretaciones vocales.
Los científicos cartografiaron por primera vez las emociones subyacentes en 176 himnos nacionales, revelando patrones que vinculan música, cultura y geografía. Empleando técnicas avanzadas de aprendizaje automático y recuperación de información musical (MIR), el estudio analiza cómo los rasgos musicales predicen la percepción de felicidad, tristeza, tensión y exaltación en himnos de todos los continentes.
Tendencias: latitud y dimensiones culturales
De acuerdo a una nota de prensa, el análisis demuestra que los himnos de países cercanos al ecuador tienden a ser más energéticos y despiertan mayor exaltación, mientras que los de naciones situadas a latitudes extremas muestran perfiles más tristes y melancólicos. Además, las piezas americanas destacan por una tensión superior y menor positividad en comparación con los himnos de Europa, Asia, África y Oceanía.
Más allá de la latitud, el estudio explora la influencia de dimensiones culturales. En países con alta distancia jerárquica y autoridades más fuertes las composiciones exhiben un carácter más vigoroso y marcado, reflejo de estructuras sociales rígidas.
Por el contrario, los estados más liberales e individualistas presentan himnos con líneas melódicas más suaves y una tensión reducido. Estos hallazgos sugieren que las normas y valores de una sociedad se filtran en su música simbólica, convirtiendo cada himno en un reflejo de la idiosincrasia colectiva.
Patrimonio emocional colectivo
Los autores aplicaron modelos estadísticos previamente entrenados en música de cine, para evaluar la carga emocional de los fragmentos sonoros. Se extrajeron características acústicas que luego alimentaron a los algoritmos: este enfoque permitió asignar a cada himno puntuaciones cuantitativas en cinco emociones básicas: felicidad, ternura, tristeza, ira y miedo, escaladas luego de forma lineal para homogeneizar comparaciones entre naciones.
Referencia
The emotional geography of National anthems. Petri Toiviainen et al. Scientific Reports (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-025-08956-6
Según el profesor Petri Toiviainen, líder del equipo, “estos datos subrayan cómo los himnos nacionales integran señales emocionales que trascienden la mera melodía, vinculándose al entorno geográfico y al tejido cultural de cada país”. El mapeo de estos perfiles emocionales ofrece una nueva ventana de estudio para el patrimonio emocional colectivo, y abre la puerta a investigaciones futuras.
Por ejemplo, los especialistas proponen seguir explorando cómo la fecha de composición, el contexto histórico o la recepción popular modulan esas huellas emocionales, y promueven nuevos estudios que integren letras, versiones vocales y percepciones locales para completar el panorama.