El anuncio del presidente Javier Milei sobre la presentación en los próximos días de un nuevo «Plan Nuclear Argentino», que apuntará a abastecer de energía a las proyectos y emprendimientos basados en inteligencia artificial (IA), tomó por sorpresa a las autoridades de la Secretaría de Energía que comanda la macrista María Tettamanti y y dejó planteados tres interrogantes relevantes sobre el futuro inmediato de la empresa NASA —la operadora de las tres usinas atómicas locales— y los acuerdos estratégicos que están en danza con China y Francia.
En su discurso por cadena nacional, donde trazó un balance de su primer año de gestión y detalló los objetivos a alcanzar en 2025, Milei destacó que «el país posee las fuentes de energía necesarias para alimentar la demanda de los proyectos de inteligencia artificial. Nosotros tenemos energía de sobra, tierras frías e inhóspitas de sobra y el recurso humano de calidad también de sobra».
Energía e inteligencia artificial: el Gobierno busca revolucionar el sector
«El aumento de demanda de energía que implica la inteligencia artificial va a generar en el mundo entero un resurgimiento en la energía nuclear después de décadas de declive. Y nosotros no nos vamos a quedar atrás, vamos a diseñar un Plan Nuclear Argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación de las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares, manteniendo los máximos estándares de seguridad y eficiencia», agregó el jefe de Estado.
En esa línea, el Presidente anticipó que en los próximos días el Jefe de Gabinete del Consejo de Asesores, Demian Reidel, será el encargado de dar a conocer los alcances y detalles de ese plan que, en principio, implicaría un cambio en la postura inicial del Gobierno de desentenderse del tema para avanzar ahora con una nueva configuración del sector sobre la cual no se conocen por el momento mayores precisiones que permitan vislumbrar si las futuras usinas generadoras mantendrán la tecnología actual centralizada en uranio natural y agua pesada que tienen las tres usinas nucleares que existen en el país.
La lógica que estaría detrás de la avanzada nuclear que lanzó Milei sería poder posicionar al país como un nuevo polo de inteligencia artificial. Las principales compañías tecnológicas a nivel mundial tienen previstos en sus planes estratégicos atender sus altos consumo de energía con la generación proveniente de centrales nucleares les garantizan un suministro firme, constante y sin emisiones de efecto invernadero.
Plan Nuclear Argentino: las 3 dudas que surgen
El primer punto del anuncio presidencial que llamó la atención entre los empresarios y especialistas energéticos es por qué la presentación y ejecución del nuevo plan nuclear va a estar en manos de Reidel y no de la Secretaría de Energía que tiene bajo su órbita a la empresa estatal NASA –Nucleoeléctrica Argentina–, la operadora estatal de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse.
Reidel es economista y físico egresado del Instituto Balseiro que encabeza el equipo de asesores estratégicos de Milei. Durante la administración de Mauricio Macri ocupó una silla en el directorio del Banco Central y ahora no se descarta que pase a tener un nuevo cargo oficial para llevar adelante todo lo relacionado con la concreción del nuevo plan nuclear.
La segunda cuestión que genera dudas es cuál va a ser rol de NASA dentro de plan nuclear libertario, debido a que integra la lista de las empresas a privatizar con aval del Congreso.
Tal como quedó aprobada la «Ley Bases», el Gobierno tiene la vía libre para salir a privatizar total o parcialmente NASA junto con sus colegas estatales Intercargo, AySA, Belgrano Cargas y Logística, Operadora Ferroviaria, Corredores Viales, Yacimientos Carboníferos Río Turbio y Enarsa.
En el caso específico de NASA, la ley les permite a los privatizadores incorporar actores e inversores externos por medio de un programa de propiedad participada o con la inclusión de capitales privados, pero siempre bajo el control mayoritario del Estado. Los legisladores establecieron, además, que será necesario el voto afirmativo del Estado para «ampliar y sacar de servicio temporal una central nuclear, crear una nueva usina e incorporar más accionistas».
La tercera arista que ha quedado sin aclarar es qué va a suceder con los acuerdos firmados hace casi una década y que, en los papales, siguen vigentes con China para la construcción de dos nuevas centrales nucleares.
Javier Milei y los acuerdos vigentes con China
En 2015, la entonces presidenta Cristina Kirchner y su ministro de Economía, Axel Kicillof, suscribieron con el Gobierno y la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC) acuerdos de cooperación y financiación para construir en el país dos usinas -una del tipo CANDU de 800 MW y otra, HMR Hualong de 1.000 MW—que iban a incluir la transferencia de tecnología a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para que los combustibles nucleares pudieran fabricarse en Argentina.
En la gestión de Cambiemos, esos proyectos quedaron suspendidos y durante la administración de Alberto Fernández, si bien se reanudaron las negociaciones no se logró avanzar con la firma de los convenios definitivos para la obtención de los créditos chinos destinados a financiar los u$s8.300 millones que iban a costar las usinas.
Si bien desde la Casa Rosada señalan que no quieren hacer negocios con China, hasta ahora esos acuerdos no fueron dados de baja y está pendiente una visita oficial de Milei a China para las primeras semanas de 2025 donde la cuestión nuclear probablemente figure en la mesa de los temas a tratar y redefinir con el Gobierno de Xi Jinping.
Para algunos especialistas que han seguido de cerca los últimos movimientos de la conducción de NASA que encabeza Alberto Lamagna; no sería extraño que en la concreción del nuevo «Plan Nuclear» mileísta juegue un papel destacado la empresa francesa Framatone, teniendo en cuenta la estrecha relación y los recientes acuerdos de compra de material bélico que Milei ha abrochado con su par galo, Emmanuel Macron.
A fines de agosto, Lamagna—que desembarcó al frente de NASA con el apoyo del principal asesor y hombre de máxima confianza de Milei, Santiago Caputo—suscribió con Framatome un acuerdo para analizar la prefactibilidad de producción de radioisótopos en las centrales nucleares locales con la asistencia tecnológica francesa que se viene utilizando también en Canadá.
Si cierran los números, el convenio firmado prevé avanzar con la creación de una joint venture específica entre NASA y Framatone.
A un año de la gestión libertaria y tras una serie de recortes por la aplicación de la «motosierra» del ministro de Economía, Luis Caputo; NASA tiene ahora que resolver una cuestión clave de cara a su funcionamiento en 2025.
Debe conseguir los u$s210millones que faltan completar la inversión total de u$s700 millones que demandan los trabajos de extensión de la vida útil de Atucha I.
Tras haber estado durante cinco décadas operativa, la central nuclear salió de servicio en setiembre para el «revamping» que prolongará su actividad por 20 años más a partir de marzo de 2027. Para la obtención de los fondos faltantes, la empresa ya tiene encaminada una negociación con las autoridades de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe.