CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — La tarde y noche del domingo un grupo de personas de la secta judía ortodoxa Lev Tahor, intentó ingresar por la fuerza a la sede de una casa de protección gubernamental guatemalteca donde se mantenía en resguardo a decenas de menores de edad que fueron recogidos de dicha secta por autoridades el viernes luego de denuncias de abusos a menores.
La Procuraduría General de la Nación (PGN) a cargo del resguardo estatal de los menores dijo en un comunicado de prensa que los miembros de Lev Tahor, “forzando el portón (de entrada) sustrayendo a niñas, niños y adolescentes resguardados en el lugar lo que provocó su dispersión en calles aledañas (al lugar)”. Todos los menores fueron recuperados y vueltos a resguardar, dijo la PGN.
Uriel Goldman, miembro de la secta, dijo a periodistas afuera de las instalaciones que las acusaciones, por abusos de menores, eran falsas y que se trataba de una persecución religiosa. “Por favor liberar a todos los niños, están detenidos para nada, nunca pasó algo así”, dijo sobre las acusaciones.
Vestidos con túnicas y con la cabeza cubierta los miembros de la secta por momento oraban y en otros momentos empujaban a policías buscando entrar a las instalaciones. A casi la media noche, las autoridades aún esperan la llegada de un juez, para establecer que los niños no están recibiendo malos tratos.
El viernes policías, fiscales, miembros del ejército, con el apoyo del departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security) allanaron la comunidad Lev Tahor ubicada en el departamento de San Rosa, a unos 90 kilómetros de la capital guatemalteca, por denuncias de presuntos abusos, rescatando por lo menos a 160 menores.
La fiscalía aseguró que en el allanamiento se habría localizado la osamenta de un menor y confirmó el rescate de menores que presuntamente eran abusados y el secuestro de pasaportes, computadoras entre otros.
Según la fiscalía la denuncia fue presentada el 11 de noviembre cuando un grupo de menores escapó de la comunidad y presentó la denuncia, “por la posible comisión de delitos que van desde embarazo forzado, maltrato contra personas menores de edad, violación”, los hechos se habrían cometido por al menos un miembro de la comunidad contra los menores.
La secta se ha propagado por varios países y ha sido constantemente denunciada por abusos de menores.
En 2022, autoridades mexicanas arrestaron a un líder de la secta acusado de crimen organizado y tráfico de personas en el municipio de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala; entonces también se habrían rescatado mujeres y menores.
Ese mismo año, dos líderes de la misma secta en Estados Unidos fueron condenados por secuestro y delitos de explotación sexual infantil en Nueva York. Supuestamente secuestraron a una niña de 14 años y a otro menor de edad. A ella, la entregaron a un hombre adulto con quien tenía un matrimonio ilegal.