Ayer, los 69 años, falleció la diseñadora urbana y arquitecta Diana Cabeza. Tenía cáncer. Había nacido en la ciudad de Buenos Aires el 14 de agosto de 1954 y vivía en Palermo. Egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón con diploma de honor, también se graduó como arquitecta de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Belgrano (UB). Estaba casada con el arquitecto Jorge Hampton.
Sus diseños embellecen calles, parques y museos de varias ciudades, como Tokio, Zúrich, París, Barcelona, Chicago; en la Argentina, Córdoba, Mendoza, Trelew, Rosario, Jujuy, Catamarca, Pergamino y, desde luego, su amada ciudad de Buenos Aires. Gran parte del mobiliario y equipamiento urbano porteño, entre otros, la señalética y los paradores del Metrobús (con un “discurso de hojas” de árboles en las paredes de vidrio en la 9 de Julio), fueron diseñados por el multipremiado Estudio Cabeza que ella lideraba.
“Diana Cabeza cumplía con todos los requisitos para sobresalir en todo lo que emprendió -dice a LA NACION el arquitecto Marcelo Nogués-. Una profesional de una humildad y discreción inusual. Sensible y empática con el prójimo, curiosa observadora de la vida. Pero sobre todo extrañaré sus consejos que siempre eran certeros y sinceros. Fuimos amigos casi cincuenta años, desde el primer día de clase en la UB de Federico Lacroze”.
Era académica de número de la Academia Nacional de Bellas Artes (ANBA). “Recordaremos a Diana como una brillante profesional, académica muy valorada y una mujer que siguió soñando, resistiendo toda adversidad”, se lee en el comunicado de la ANBA en su página de Facebook. Cabeza llegó a escribir el prólogo del tomo XIII de la Historia general del arte en la Argentina, dedicado a diseño. También el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo y DARA, Diseñadores de Interiores Argentinos Asociados, despidieron a la destacada profesional. En 2019 recibió el Premio a la Trayectoria Artística del Fondo Nacional de las Artes en la categoría de Diseño.
“Falleció rodeada de sus afectos en la ciudad donde nació -dice la artista Matilde Marín, presidenta de la ANBA, a LA NACION-. Muchas de sus obras recorren la ciudad de Buenos Aires, y nosotros participamos de ese buen diseño circulando por ella. Hace cinco años fue nombrada académica de número en la ANBA. Había estudiado Bellas Artes y tenía una sensibilidad especial; era una gran colega, muy preocupada por realizar actividades en la Academia que dejaran huella”.
“Tenía una participación muy activa en la ANBA, donde fue jurado en artes visuales. Fantástica diseñadora y creadora urbana, era una persona encantadora y sumamente comprometida”, agrega la videoartista y académica Graciela Taquini.
La actividad de Cabeza se concentró en el diseño y la producción de equipamiento urbano e institucional, el desarrollo de servicios de diseño e investigación y su actividad académica. En su trabajo exploró las posibilidades de los hábitats y espacios sociales, los usos, la ergonomía y la revalorización de los materiales regionales. Sus diseños desarrollados en la Argentina fueron publicados y premiados nacional e internacionalmente, y en algunos casos licenciados al exterior a empresas europeas y latinoamericanas.
Para diseñar, reveló, indagaba en las vinculaciones y “relatos” originados por las acciones humanas, más allá de los arquetipos de los objetos. “Nos gustan más los materiales donde nosotros podemos dejar la huella, materiales que son como la plastilina”, dijo. Realizó distintos relevamientos topográficos en el país, enfocada en las maneras de habitar los espacios. “Me interesa que los objetos sean parte de un tejido urbano, que no sean objetos vedette sino parte de un contexto grande que los alberga”, señaló.
“Hoy nos dejó la increíble arquitecta y diseñadora urbana Diana Cabeza, una persona luminosa y una creadora original que nos lega hermosas formas y señales en la ciudad -escribió ayer la investigadora Andrea Giunta en su página de Facebook-. La recordaremos todos los días. Un sentido adiós querida Diana, compañera en la ANBA y gracias infinitas por tu deslumbrante legado”.
Su obra se exhibió en el Centro Cultural Recoleta, el Malba, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y el Museo de Arte y Diseño de Nueva York. Entre otros reconocimientos, obtuvo el Premio Mujeres Creativas 2014, el Premio Konex Platino 2012 al diseño industrial, el premio DARA 2010, el Primer Premio del Concurso Nacional de Mobiliario Urbano para la ciudad de Buenos Aires en 2004, el Premio ICFF Editors de Nueva York en 2003 por su banco “Yacaré” (que hizo por encargo del galerista Daniel Maman y la arquitecta Diana Saiegh) y un diploma al mérito del Konex en diseño industrial en 2012.
El arquitecto Hampton informó que este viernes, a las 11, se realizará una ceremonia íntima de despedida en Jardín de Paz, en Pilar.