A partir de marzo y como resultado del fracaso en el Congreso de la primera versión de la Ley Bases («ley ómnibus»), el Gobierno dejó de enviar dinero a las provincias en concepto de subsidios al transporte público automotor –colectivos-, mientras que cada vez transfiere más plata al sector en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para contener nuevos aumentos de tarifas.
En los primeros cuatro meses de 2024, Nación giró al AMBA mediante el Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte unos $ 235.935,9 millones en base caja (lo pagado) y registró en el presupuesto $ 292.827 millones -devengado-. Esto representa un recorte del 30,5% en términos reales, descontado el efecto de la inflación, según la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (Catheda) y el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet.
En el mismo período, las provincias solamente recibieron $ 5.510,1 millones, con jurisdicciones como La Rioja, Misiones, Salta, San Luis y Tucumán que no fueron beneficiadas con ningún peso en el reparto.
Cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, se hizo cargo en febrero del área de Transporte tras el despido de su par de Infraestructura, Guillermo Ferraro, decidió llevar a cero el Fondo Compensador del Interior, para obligar a las provincias a que bajaran sus gastos tanto como la Nación. La contracara fue que los gobernadores sintieron la obligación de aumentar las tarifas de colectivos.
Esta batalla entre el AMBA y el Interior se agravó a partir de la resolución 4 de la Secretaría de Transporte de este mes, en la que Nación se compromete a poner un 39% más de subsidios y se deja entrever que podría seguir el congelamiento de tarifas, para evitar un incremento del 65% en junio que sumaría más de 1,5 puntos a la inflación.
La promesa del presidente Javier Milei y el acuerdo político con el cordobés Juan Schiaretti, quien puso a los funcionarios de Transporte en la Nación -Franco Mogetta y Mariano Plencovich- era que se eliminarían los subsidios para el AMBA y se igualaría la situación con el Interior. Sucedió exactamente lo contrario, producto de las complicaciones sociales y económicas que implicaría cumplir esa promesa.
El gobierno nacional eliminó los subsidios al transporte del interior y solo los dejó para el Área Metropolitana de Bs As.
Hoy vuelve a burlarse del resto del país: acaba de aumentar el subsidio para el Amba (50 % retroactivo a febrero). Con los recursos de todos los argentinos,… pic.twitter.com/bYv0yDlCZR— Gerardo Zamora (@GZamoraSDE) May 17, 2024
El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, aprovechó para quejarse en Twitter. «El Gobierno nacional eliminó los subsidios al transporte del Interior y solo los dejó para el Área Metropolitana de Buenos Aires. Hoy vuelve a burlarse del resto del país: acaba de aumentar el subsidio para el Amba (50% retroactivo a febrero). Con los recursos de todos los argentinos, solo los porteños pagan el boleto más barato. ¿La idea es destruir definitivamente el federalismo, las provincias y el bolsillo de sus habitantes? ¡Sin federalismo no hay país!», escribió la semana pasada.
Mientras en el AMBA el boleto mínimo de colectivos cuesta $ 270, la tarifa promedio en todo el país alcanza los $ 666. El pasaje más caro está en Corrientes ($ 990) y Bariloche ($ 980), mientras que importantes centros urbanos como Córdoba, Santa Fe y Rosario -con gobernadores que podrían ser aliados, como Martín Llaryora y Maximiliano Pullaro- llevaron el mínimo a $ 700.
Vale recordar que los subsidios a la energía son uniformes para todo el país y que las diferencias entre las tarifas corresponden a los valores de distribución.