A pocos días de conmemorarse el décimo aniversario del fallecimiento del fiscal Alberto Nisman, la fiscalía federal a cargo de la investigación, liderada por Eduardo Taiano, reafirmó que su muerte fue producto de un homicidio.
El informe, de 56 páginas, subraya que el crimen estuvo directamente relacionado con las pesquisas de Nisman sobre el atentado a la AMIA y su denuncia contra la expresidente y condenada Cristina Fernández de Kirchner por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán.
El documento sostiene que «el fiscal federal Natalio Alberto Nisman fue víctima de un homicidio» en un hecho vinculado a su labor en la Unidad Fiscal AMIA, y particularmente a su oposición al acuerdo con Irán.
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Según lo expuesto por la fiscalía, la relación entre Nisman y la Secretaría de Inteligencia se deterioró significativamente tras el fallecimiento de Néstor Kirchner, momento en el cual Cristina Kirchner impulsó un cambio en la política exterior hacia Irán.
En este contexto, algunos sectores de la inteligencia nacional se resistieron a la orden de abandonar las investigaciones sobre el atentado a la AMIA, lo que provocó una división interna.
Esta fractura desembocó en la firma del Memorándum en 2013, que Nisman denunció como un mecanismo para garantizar la impunidad de los responsables del ataque terrorista.
Las irregularidades
El informe elaborado por Taiano también detalla varias irregularidades detectadas en las primeras etapas de la investigación. Entre los aspectos más relevantes se encuentran:
Falta de custodia adecuada: En las horas clave previas al fallecimiento de Nisman, la custodia asignada actuó de manera intermitente, dejando al fiscal desprotegido.
Incendio en la Casa Rosada: Un día antes de la muerte del fiscal, un incendio en el subsuelo de la Casa Rosada destruyó registros de ingresos y egresos que Nisman había solicitado para investigar reuniones relacionadas con el Memorándum.
Alteración de la escena del crimen: La fiscalía señaló a altos funcionarios de seguridad, incluido el entonces secretario de Seguridad Sergio Berni, por irregularidades cometidas durante los procedimientos realizados en el complejo Le Parc, ubicado en Puerto Madero.
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Además, el informe sostiene que al menos dos individuos ingresaron al departamento del fiscal la noche del 17 de enero de 2015. Según esta hipótesis, estas personas lo habrían sometido, obligado a arrodillarse y disparado con la intención de hacer pasar el hecho como un suicidio.
La investigación, que el juez Julián Ercolini delegó al fiscal Eduardo Taiano, registró importantes progresos en los últimos meses. Entre las medidas más recientes, se incluyó el análisis de cerca de 100 líneas telefónicas y la toma de nuevas declaraciones de testigos clave, como agentes de inteligencia que mantuvieron comunicaciones relevantes durante el fin de semana en que ocurrió el crimen.
El informe también resalta que la labor de Nisman para demostrar la inconstitucionalidad del Memorándum lo dejó en una posición de gran vulnerabilidad. El fiscal tenía previsto presentar pruebas contra la expresidente y otros funcionarios ante el Congreso de la Nación tan solo dos días después de su fallecimiento.
La conexión entre los servicios de inteligencia, el gobierno kirchnerista y la investigación sobre el atentado a la AMIA queda claramente reflejada en el documento. Según lo expuesto por la fiscalía, el Memorándum fue el desenlace de una serie de decisiones políticas orientadas a deslegitimar la causa que buscaba esclarecer el ataque terrorista ocurrido en 1994.
La investigación sigue avanzando con el objetivo de identificar tanto a los autores materiales como a quienes dieron la orden de asesinar al fiscal.