El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió recientemente en la Casa Blanca con las compañías de IA OpenAI, SoftBank y Oracle para presentar un proyecto conjunto llamado «Stargate«, que comenzará con una inversión en centro de datos en Texas y más tarde se expandirá a otros estados.
Después de que Trump pronunciara sus palabras, se presentaron ante la prensa el director ejecutivo de SoftBank, Masayoshi Son; el de OpenAI, Sam Altman, y el de Oracle, Larry Ellison, quienes llegaron a la Casa Blanca en la tarde del martes.
Todos ellos invertirán inicialmente 100.000 millones de dólares y destinarán hasta 500.000 millones a Stargate en los próximos cuatro años, según explicó Son, quien declaró que la Inteligencia Artificial General y la Superinteligencia Artificial, equivalentes o superiores a las capacidades humanas, «llegarán muy pronto«.
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Sin embargo, horas más tarde, el propio Elon Musk lanzó dos mensajes críticos como respuesta al anuncio de OpenAI en X sobre el proyecto «Stargate«.
El hombre más rico del mundo aseguró que estas empresas no tienen ese dinero para invertir y luego apuntó directamente a SoftBank para asegurar que tiene menos de 10.000 millones de dólares y que sabía eso «de buena fuente«.
La pelea entre Elon Musk y Sam Altman viene desde hace mucho tiempo. Ambos líderes tecnológicos comparten un interés en la inteligencia artificial y su impacto en la humanidad, pero sus caminos y visiones son diferentes, con tensiones y diferencias de enfoque.
La historia entre Musk y Altman
La historia comenzó en 2015. Inicialmente, Musk y Altman compartían una visión unificada de OpenAI como una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación de la Inteligencia Artificial para el bien común. Sin embargo, la salida de Musk de la junta directiva de OpenAI en 2018 marcó el comienzo de su ruptura.
Según informes y documentos judiciales, Musk había expresado su preocupación por el hecho de que OpenAI, bajo el control de Sal Altman, se estaba desviando de su misión original, criticando su transición a un modelo de organización con fines de lucro, su colaboración con grandes corporaciones como Microsoft y por convertirse en una organización «menos abierta«.
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En 2023, debido a su salida de OpenAI, Elon Musk fundó xAI, un competidor directo de ChatGPT. Paralelamtente, en declaraciones públicas, Musk expresó preocupación por Altman: «No confío en él«.
En múltiples demandas, el CEO de Tesla acusó a Altman y al cofundador Greg Brockman de engañarlo con respecto a la dirección de OpenAI, alegando que se desviaron de la misión sin fines de lucro para perseguir intereses comerciales, poniendo en riesgo la investigación de la Inteligencia Artificial para el bien común.
En 2025, Altman y Musk se encuentran liderando proyectos que podrían definir el futuro de la humanidad, cada uno desde su perspectiva. En este contexto, Musk busca integrar la tecnología con la biología humana a través de Neuralink y explorar nuevos horizontes en Marte con SpaceX.