MELBOURNE (AP) — “Sé valiente”.
“Ve por ello”
Esos fueron los mantras a los que Madison Keys recurrió el sábado mientras enfrentaba los puntos más significativos de su carrera tenística, atrapada en la olla de presión de un tercer set empatado 5-5 y 30-30 en la final del Abierto de Australia contra la bicampeona defensora Aryna Sabalenka.
No había razón para ser otra cosa que agresiva en ese momento, pensó Keys. No había razón para desear que no hubiera nervios acompañando el momento.
Tampoco había razón para preocuparse —como lo había hecho la estadounidense durante mucho tiempo en su trayectoria desde ser una niña prodigio a los 12 años hasta coronarse campeona de un major poco antes de cumplir 30 años— sobre qué pasaría si las cosas no salían bien.
“Simplemente seguía diciendo, ‘Sé valiente’. Y, ‘Ve por ello’. Simplemente seguía repitiendo eso. Ése era realmente mi objetivo para el día — estar orgullosa, sin importar si era una victoria o una derrota”, dijo Keys en una entrevista con The Associated Press después de ganar su primer título de Grand Slam con una victoria de 6-3, 2-6, 7-5 sobre Sabalenka, la número 1 del mundo, en la Rod Laver Arena.
“Lo intenté en cada punto. Y si fallaba y simplemente no lo hacía bien, podía vivir con eso. No quería tener ningún tipo de arrepentimiento por haber sido pasiva y haber fallado. En ese caso, podría haber sido algo en lo que pensara: ‘Debería haber hecho algo más’”, dijo Keys, con las manos entrelazadas mientras recordaba lo ocurrido unas dos horas antes. “Así que simplemente seguía diciendo eso, una y otra vez.”
Repartió el crédito por su logro. Al equipo que la rodea, incluyendo a Bjorn Fratangelo, un exjugador que ha sido su pareja durante años, su entrenador desde mediados de 2023 y su esposo desde noviembre. A su terapeuta, con quien habló o envió mensajes de texto frecuentemente durante las últimas dos semanas. A sus amigos en la gira que la levantaron cuando lo necesitaba.
Keys dijo que todos creían en ella. Y en fechas recientes, ella también creía en sí misma.
En su conferencia de prensa posterior al partido, Keys habló extensamente sobre cómo cambió su perspectiva.
Solía preocuparse por nunca estar a la altura de las expectativas que la acompañaban desde antes de que fuera incluso adolescente y que sólo aumentó cuando hizo su primera aparición en una semifinal de Grand Slam en Melbourne Park a los 19 años (perdió ante Serena Williams).
A menudo creía que nada sobre su carrera tenística importaría si nunca lograba ganar un trofeo importante. Solía suponer que los mejores del deporte nunca sentían nervios como los que la afectaron durante su primera final de Grand Slam en el Abierto de Estados Unidos a los 22 años (cayó ante Sloane Stephens).
Eventualmente, Keys dejó todo eso atrás. Estaba bien no obsesionarse con las opiniones de los demás. Estaba bien si nunca ganaba un Slam. Estaba bien enfrentar los nervios, porque, después de todo, así es como triunfan los grandes: sienten incomodidad pero juegan a pesar de ella.
“Estuve nervioso durante toda mi carrera. Así es Novak (Djokovic). Así fue Roger (Federer). Todos lo han estado”, dijo durante el torneo Fratangelo, un exjugador que miró con ojos enrojecidos mientras Keys recibía su trofeo. “Es sólo cómo lo manejas. Y ella está empezando a manejarlo de una mejor manera.”
Así fue durante toda su marcha en esta edición del certamen, que incluyó cinco partidos a tres sets y cuatro victorias sobre rivales ubicadas entre las 10 mejores preclasificadas: Sabalenka (1ra), Iga Swiatek (2da), Elena Rybakina (6ta) y Danielle Collins (10ma).
Sabalenka Swiatek y Rybakina han sido campeonas de torneos del Grand Slam.
Ninguna mujer había derrotado a las dos primeras jugadoras en el ranking de la WTA durante un mismo major desde 2009.
Swiatek usó la palabra “valiente” para describir cómo jugó Keys mientras levantaba un punto de partido antes de salir adelante en su tiebreak del set final.
“Para hacerlo de esa manera, realmente, pensé para mí misma que definitivamente podía ganar el sábado.”, dijo Keys en su conferencia de prensa.
Fue muy buena al inicio y al final contra Sabalenka.
A partir del 5-5 y 30-30, Keys ganó seis de los últimos ocho puntos. Conectó tiros ganadores de derecha en puntos consecutivos para mantener su servicio, luego logró el único quiebre del tercer set, cerrándolo con otro winner de derecha.
“Si puede jugar consistentemente así, no hay mucho que puedas hacer”, dijo Sabalenka.
Keys fue valiente.
Lo intentó.
“Mi primera semifinal aquí parece que fue hace una eternidad. Quiero decir, honestamente sentí que era una persona diferente entonces. Pero creo que eso sucede cuando tantas cosas han ocurrido a lo largo de la última década”, dijo Keys a la AP. “Es sólo que todo se acumuló hasta llegar al punto donde finalmente pude salir y jugar realmente buen tenis y llevarme un Grand Slam”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.