BRUSELAS (AP) — Una mezcla ecléctica de partidos belgas enfrentaba un plazo autoimpuesto el viernes para acordar un programa de gobierno y romper un estancamiento de 7 meses en las conversaciones para formar coalición.
Si los cinco partidos acordaban un plan conjunto, se esperaba que un gobierno fuera anunciado durante el fin de semana.
Bart De Wever, del partido nacionalista flamenco N-VA, probablemente se convertirá en primer ministro, sucediendo a Alexander De Croo, quien ha permanecido en el puesto como encargado desde las elecciones de junio del año pasado.
Aunque los gobiernos de coalición siempre están presentan dificultades, en Bélgica se añade la carga de encontrar un equilibrio entre la región de habla holandesa de Flandes, con 6,7 millones de habitantes, la francófona Valonia, con 3,7 millones, y Bruselas multilingüe, con 1,2 millones.
Todos los ojos estaban puestos en el partido socialista Vooruit del norte de Flandes para ver si aceptará unirse a un programa que reducirá los beneficios sociales al tiempo que, en gran medida, dejará a las grandes empresas sin afectar en un intento por abordar el presupuesto cargado de deudas de la nación.
En general, la nación tiene una deuda que supera justo el 100% del PIB, colocándola entre las peores de las 27 que conforman la Unión Europea.
Con la incorporación de Vooruit, los liberales de mercado libre francófonos del MR, los centristas del CD&V y Engages y el N-VA completarían la coalición, controlando 81 de los 150 escaños en la Cámara de Representantes para una mayoría cómoda.
Sin embargo, la duración de las conversaciones de coalición puso en evidencia lo difícil que fue cerrar las brechas fundamentales entre los diferentes partidos.
A 236 días, todavía está lejos del récord belga de 541 días en 2010-2011.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.