El PSOE andaluz se juega este fin de semana en Granada su futuro, que aparece en el horizonte plagado de retos inmediatos como los que plantean las próximas elecciones autonómicas. El proyecto de María Jesús Montero echa a andar de forma oficial en este decimoquinto Congreso Regional, al que la principal federación del partido en el país llega en el peor momento de su historia. La inédita mayoría absoluta del PP, con la que se saldó la candidatura encabezada por Juan Espadas, es el ‘obstáculo rey’ en una carrera de fondo que se antoja muy compleja, más allá del revulsivo introducido en la militancia por el nuevo liderazgo. La también vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda será ‘coronada’ como secretaria general en la Feria de Muestras de Armilla (Fermasa). O sea, en el lugar y en las fechas anunciadas para el cónclave por Espadas a la salida del Congreso Federal de Sevilla aquel domingo iniciático de diciembre, con el mitin de Pedro Sánchez aún fresco y con la continuidad como líder andaluz del exalcalde hispalense sumergiéndose en un océano de dudas. Y, en el acto inaugural de este otro congreso caído en cascada para encumbrar a Montero, ejercerá como ‘padrino’ José Luis Rodríguez Zapatero.
El expresidente socialista del Gobierno de España aparece como cabeza de cartel, en una serie de intervenciones previstas a partir de las 10.00 horas de la mañana. Entre el resto de intervinientes, también figuran desde la gran protagonista de este proceso de renovación hasta el expresidente extremeño Guillermo Fernández Vara, en calidad de Secretario de Política Autonómica del PSOE. Además, se hará visible la implicación de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, a través de las irrupciones de sus respectivos líderes regionales: Nuria López y Óskar Martín. O se recordará que, a diferencia del ayuntamiento de la capital granadina, en la vecina Armilla sí que gobierna el PSOE y será presentada como anfitriona la alcaldesa de esta localidad, Dolores Cañavate.
Primera estampa
La imagen de Montero acompañada por Zapatero será la primera gran estampa que depare una jornada que se presume muy larga. Este último sábado de febrero se verá atravesado por las negociaciones previas y los sucesivos encajes que la flamante baronesa del socialismo sureño debe realizar antes de que, a última hora de la tarde o incluso bien entrada la noche, quede confeccionada su Ejecutiva Regional.
A priori, no se espera que la nueva líder diseñe una macroejecutiva de 60 miembros como la que Juan Espadas presentó en el anterior Congreso Regional del PSOE, celebrado en noviembre de 2021 en Torremolinos, según recordaron fuentes consultadas.
Tensiones provinciales
Además, lo lógico es que este fin de semana María Jesús Montero y su núcleo duro reiteren los encargos encaminados a evitar que la continuación del proceso congresual se convierta, en determinadas provincias, en un ‘remake’ político de la lorquiana ‘Bodas de sangre’.
Ahora bien, está por ver hasta qué punto Montero hará concesiones al elaborar su equipo regional para atenuar estas tensiones territoriales y prevenir previsibles choques de placas tectónicas en Málaga, Jaén, Cádiz o Huelva, entre otras.
La nueva líder del PSOE andaluz viene reiterando que no quiere primarias ‘a cara de perro’ entre destacadas familias por lo devastado que dejan el partido allá dónde se producen. Está insistiendo en una consigna de «consenso» porque es consciente de que si el partido no sale unido de esta convulsa primavera en las ocho provincias andaluzas, será mucho más difícil plantearle una batalla sólida al PP andaluz de Juanma Moreno con vistas a los cercanos comicios regionales.
De un modo u otro, este escenario interno condicionará los malabares que debe hacer la formación progresista para afrontar con ciertas garantías esta etapa post-Espadas en su grupo del Parlamento andaluz, en la delegación del Gobierno de España en Andalucía o en la propia Ejecutiva Regional que saldrá de este cónclave granadino.
En los mentideros socialistas, se da por seguro que Montero priorizará a los compañeros que gozan de su confianza y a los activos que son de su agrado para confeccionar el organigrama de la sede regional de la sevillana Calle San Vicente. Y que además, como ella misma ya ha desvelado, les pedirá prácticamente dedicación exclusiva para poder delegar en ellos.
Otra cuestión es que no le quede otra que emplear recursos para desactivar los duelos cainitas territoriales y ceda una pequeña porción de la renovación regional a esta ‘causa’. Es decir, complete su equipo con lo que una curtida militante socialista viene a denominar durante estos agitados días como «desechos provinciales».
Guiños al pasado reciente
A la irrupción matinal de Rodríguez Zapatero no se limitarán los guiños al pasado reciente del PSOE, durante la jornada de hoy en el cónclave. Al igual que ya sucedió en el Congreso Federal del otoño pasado en Sevilla, se hará visible el panorama redentor que ha generado la revisión del ‘caso ERE’.
Sin ir más lejos, el expresidente de la Junta de Andalucía Manolo Chaves reincidirá en su retorno a las lides congresuales y participará en la primera actividad vespertina con la que se reanudará la programación. Está previsto que, a partir de las cuatro de la tarde, Chaves intervenga en el ágora ‘La defensa del autogobierno’, junto a la exvicepresidenta nacional del Gobierno y actual presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo, y el presidente del PSOE de Andalucía, Manolo Pezzi.
Y, a continuación, continuarán estos foros de debate con otras tres citas para las que se ha anunciado, entre otras presencias, a dos ministros: Isabel Rodríguez y Luis Planas, que disertarán en sendas mesas dedicadas a la vivienda y a la ‘Andalucía agrícola y pesquera’, respectivamente.