Para la Justicia, la muerte de Micaela Rascovsky no fue abandono de persona ni femicidio: absolvieron al novio

Pasaron 1.428 días desde la mañana en la que Patricia Ortiz (47) recibió el llamado que cambiaría su vida para siempre: Micaela Rascovsky, su única hija, estaba muerta. Durante casi cuatro años pidió justicia y apuntó contra la entonces pareja de la joven, Guido Pascuccio (40) que pasó un año detenido y que este martes terminó absuelto.

Pascuccio y Micaela vivían en un departamento en el barrio porteño de Villa Urquiza en el que la joven falleció el 13 de abril de 2021 producto de una “congestión y edema pulmonar con cardiopatía dilatada”, según lo que determinó la pericia de autopsia.

Para la defensa, la descompensación fue producto del consumo de sustancias, psicofármacos y alcohol. De acuerdo a lo denunciado por la querella, Micaela fue víctima de un femicidio en un contexto de violencia de género. La fiscalía, por su parte, lo acusó de abandono de persona seguido de muerte y lesiones.

El vínculo de pareja estuvo atravesado por la violencia y las adicciones, al menos así lo describieron los testigos que participaron de las audiencias. Pascuccio, que es abogado, fue el único acusado por la muerte fue su pareja y estuvo un año y siete meses con prisión preventiva por la muerte de Micaela.

El 14 de noviembre pasado había empezado el juicio en los tribunales de Lavalle y las seis audiencias se extendieron durante más de tres meses. Los jueces Alejandro Noceti Achával, Jorge Romeo e Inés Cantisani, del Tribunal Oral en lo Criminal N° 10 resolvieron absolver a Pascuccio por el femicidio y por los delitos de abandono de persona agravado y lesiones por los que la fiscalía había pedido 11 años de pena.

Micaela Rascovsky.

«A lo largo del expediente, se acumuló una gran cantidad de pruebas y peritajes técnicos que determinaron que la joven incurrió en un comportamiento que la puso en riesgo de vida por el abuso de drogas y alcohol», aseguró el abogado Fabián Lertora en un comunicado que difundió minutos después de que se conociera el veredicto absolutorio del tribunal.

La defensa estuvo centrada en la situación de consumo de la víctima para justificar la muerte en un contexto de suicidio.

Por su parte, Nadia Rivas, la abogada de la familia de Micaela, anticipó que -una vez que se conozcan y analicen los fundamentos de la decisión- apelará la decisión en primera instancia.

«Si la causa se hubiese llevado bien desde el inicio, si se hubiese investigado con perspectiva de género, de ninguna manera estaríamos en esta situación», dijo Rivas en diálogo con Clarín.

En el mismo sentido se expresó el fiscal Guillermo Morosi, que anticipó que apelará la medida una vez que se conozcan los argumentos del tribunal.

«¿Por qué la mataste?»

La noche previa a que se conociera el veredicto, familiares y amigos de Micaela se reunieron frente al Palacio de Tribunales para realizar una vigilia y pedir justicia por la muerte de la joven.

El martes, alrededor de las 9.30 de la mañana, empezó la audiencia en la que Pascuccio tuvo la oportunidad de decir sus últimas palabras. Según pudo saber Clarín, aseguró que «no le pegó» a Micaela, que «no la mató, ni la abandonó». Luego de eso, los jueces se tomaron 40 minutos para deliberar.

Patricia Ortiz se desbordó en angustia y fue directo a increpar a Pascuccio. Le gritó delante de todos «¡asesino!» y le preguntó, desgarrada «¿Por qué la mataste?». Además le advirtió: «¡Nunca vas a descansar en paz!»

El caso

La joven soñaba con ser cirujana y trabajaba en una concesionaria de autos. Se mudó con Pascuccio a mediados de 2020 y falleció el 13 de abril de 2021, horas después de reunirse con los padres de su novio para contarles de los golpes, su situación de consumo y la violencia que padecía en la pareja, de acuerdo a la acusación de la familia.

Esa tarde Micaela les había advertido de la situación con fotos y mensajes a sus padres, algo que se expuso durante el debate. También les advirtió que lo denunciaría ante la próxima golpiza y que planeaba dejarlo.

De acuerdo al resultado de la autopsia, la causa principal de muerte de Micaela fue producto una “congestión y edema pulmonar con cardiopatía dilatada”.

Una de las marchas en reclamo de justicia.

En los alegatos de cierre, el fiscal Guillermo Morosi pidió la pena de 11 años de prisión para Pascuccio por “abandono de persona seguido de muerte y lesiones doblemente agravadas” porque, de acuerdo a lo que se pudo exponer en el debate, el cuerpo de Micaela tenía 13 marcas de golpes, heridas defensivas y restos de ADN de dos hombres debajo de las uñas, uno de ellos del acusado.

De acuerdo al testimonio de los peritos forenses, la mujer falleció entre las 23 del 12 de abril y las 2 de la madrugada del 13 de abril. Pero Pascuccio llamó a la ambulancia asegurando que su pareja tenía «convulsiones» alrededor de las 4.48 de la madrugada, casi tres horas después.

Según la reconstrucción de los hechos y los mensajes enviados por la víctima, Micaela su pareja habían discutido. Él estaba enojado, «se sentía traicionado» porque ella había hablado con sus padres sobre la violencia que sufría.

La joven se refugió en la terraza, donde habló con su mamá y sus amigas. Y regresó al departamento alrededor de la 0.30.

El imputado dijo haber estado durmiendo desde la 1 y aseguró que vio a Micaela por última vez a esa hora, tomando helado y trabajando en la computadora.

Sin embargo, del registro de llamadas surgió que realizó varios llamados a su mamá, y a su hermano, el último a las 4 de la madrugada.

Para el fiscal, la mujer se descompensó, el imputado era el único que podría haberle brindado ayuda y ella falleció producto de ese abandono de casi tres horas.

Pero para la querella, en manos de Nadia Marina Rivas, ese abandono tuvo como único objetivo provocarle la muerte, por eso pidió la pena de prisión perpetua por el delito de ”homicidio doblemente agravado” por tratarse de un crimen contra una persona con quien mantenía una relación de pareja y por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer en un contexto de violencia de género.

Pero para la abogada Nadia Rivas, la forma no modifica el delito: «La dejó morir queriendo que se muera en un contexto de violencia de género. Para nosotros es un caso de femicidio por abandono de persona», argumentó en su alegato.

La defensa, en cambio, postuló que Pascuccio estaba en su dormitorio mientras que Micaela en el living. «Se intentó postular que el acusado comenzó un raid de llamadas a sus familiares durante esa madrugada para, presuntamente, montar una trama de encubrimiento de una muerte que ya había sucedido», argumentó la defensa en manos de Fabián Lertora.

Entre sus argumentos, dijeron que los llamados realizados entre la 1 y las 4 de la mañana correspondían «a la discusión acerca de un escrito que debían presentar en su desempeño como abogados».

Pascuccio declaró que «se despierta escuchando ruidos fuertes en el living y acude aproximadamente a las 4.30. Refiere golpes en el piso, como saltos. Es coincidente con la testigo que vivía un piso más abajo que también advierte los ruidos y mira su reloj, refiriendo que eran más de las 4 AM».

MG

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