En una nueva jornada del juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez, se dio a conocer el resultado de la autopsia realizada sobre el cuerpo y las lesiones que tenía el acusado Néstor Soto el día después del crimen. Las pericias se concretaron el 18 de julio del 2024 en Policía Judicial y fueron expuestas en la tercera audiencia, en medio de un clima marcado por fuertes emociones y reacciones desgarradoras de la familia.
Sobre el cuerpo del confeso homicida, se descubrieron ocho marcas recientes (fechadas el 17 de julio de 2024 entre las 21:35 y las 22:25). La doctora a cargo de la evaluación, identificó dos escoriaciones lineales de dos centímetros en uno de sus brazos, entre el codo y el hombro y una tercera lesión en la región escapular derecha, ninguna había comenzado a cicatrizar.
Soto también mostraba otra herida en el dorso de la mano derecha, en la rodilla derecha y ampollas en las manos.
«Las tres primeras lesiones podrían corresponderse con lesiones por rasguño, las dos del brazo derecho y la escápula»; señaló la médica vinculando las marcas con signos de defensa de Catalina Gutiérrez.
La presunción de la acusación es que habrían sido originadas en el departamento de Podestá Costa 3110, el lugar del crimen. Cabe mencionar que el imputado está acusado del delito de homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género.
Durante la jornada, se revelaron también los resultados de la autopsia al cuerpo de la joven y se vivió un momento intenso. La familia escuchó cómo el femicida mató a Catalina. Primero la golpeó en el lado izquierda de la cabeza y le dejó el ojo, la ceja, la sien y la mejilla morados. También quedó evidenciado que la amordazó y ató en sus muñecas, adonde tenía restos de pegamento, y ahorcó con un lazo que nunca se encontró.
En medio de la descripción, el papá de Catalina rompió en llanto y se abrazó a su hija Lucía.
Las forenses Romina Rufino y Eliana Moretta se enfocaron en los golpes en la región perilaríngea (que estaba más lastimada) y expresaron que la había ahorcado y que efectivamente hubo un forcejeo entre la víctima y Soto.