Cosquín. Una multitudinaria marcha se llevó a cabo ayer en horas de la tarde noche en la ciudad de Cosquín, reclamando que justicia esclarezca la muerte del joven de 20 años Samuel Quinteros, quien falleciera el pasado domingo 9 de marzo tras caer del techo de un hotel céntrico.
La marcha fue convocada por la familia y amigos del joven, quienes sostienen que fue asesinado, a la vez que denunciaron que el lugar es un aguantadero donde se venden estupefacientes.
Quinteros no contaba con antecedentes y su familia está desesperada por comprender qué sucedió. El día anterior, el joven había viajado a La Falda para concurrir a un baile y fue trasladado cerca de las 6 de la mañana por un vecino de Cosquín hasta la Capital del Folclore: “Quiso que lo dejara en la plaza”, relató más tarde el dueño del vehículo.
El hotel está ubicado sobre la intersección de la avenida San Martín y Gerónico.
Según el parte policial, la dueña del lugar descubrió que el joven se encontraba dentro del edificio sin autorización. Él habría intentado huir y en determinado momento pisó una chapa que se rompió, por lo que se desplomó y cayó desde el techo. Tras este episodio la propietaria del lugar presentó una denuncia por intento de robo.
Por ahora, la causa está caratulada como “muerte de etiología dudosa” y según las pericias, se el joven falleció debido a un traumatismo de cráneo.
A pesar de estos datos, aún existen diferentes vacíos cuya respuestas en la actualidad se desconocen. Este es precisamente el pedido que llevan adelante los padres de Quinteros, quienes desesperados intentan reconstruir con minuciosidad los hechos que ocurrieron esa noche.
“Sólo queremos saber qué pasó. Perder a un hijo es desgarrador pero no saber lo que pasó lo hace peor”, expresó su madre Carina González a eldoce.tv y agregó: “No puedo decir con certeza o no si estaba robando o si pasó otra cosa. Eso es lo que pedimos que se investigue. Podemos decir que criamos a nuestro hijo con amor, que era un chico bueno que no tenía ninguna necesidad económica y que no tenía antecedentes”, detalló.
Sus amigos describieron a Samuel Quinteros como un chico disciplinado y dedicado al deporte. Jugaba al fútbol en el club Atalaya, llegó hasta probarse en Boca y fue a jugar a las Islas Baleares en España.