El expesidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reaparecido este martes en la escena pública del país con un discurso en el que, sin citar en ningún momento a Donald Trump por su nombre, ha advertido sobre la “destrucción” que está provocando el republicano y ha alertado sobre los recortes a la Seguridad Social.
“Menos de 100 días y esta administración ha provocado tanto daño y tanta destrucción. Casi quita el aliento”, ha dicho el demócrata en Chicago.
Biden hablaba en la misma ciudad donde hace ocho meses, en la Convención Demócrata, pasó el testigo de la candidatura demócrata a Kamala Harris. Esta vez ofrecía un discurso de unos 30 minutos, pagado, en una conferencia organizada por una asociación de defensores, asesores y representantes de discapacitados.
Era el tercer acto público para Biden desde que abandonó la Casa Blanca, pero ha sido el primero con atención mediática y con un propósito concentrado del expresidente para tratar de dirigir la atención a las políticas de Trump que afectan a la Seguridad Social.
Biden ha denunciado que el gobierno del republicano y su aliado, Elon Musk, están “destrozando” y amenazando a este programa que beneficia a 73 millones de estadounidenses y que, en palabras del demócrata, es «más que un programa del gobierno,, es una promesa sagrada”. Concretamente ha apuntado a los recortes del personal, con 7.000 despidos, y a la limitación de qué gestiones se pueden hacer por teléfono a la par que se cierran oficinas locales.
“Están disparando primero y apuntando después”, ha criticado Biden, equiparando las políticas de Trump y Musk con el mantra temprano de Silicon Valley de “muévete rápido y rompe cosas”..”El resultado es mucho sufrimiento innecesario y muchas noches en vela”, ha criticado, alertando de la incertidumbre con que viven muchos beneficiarios de la Seguridad Social.
«Destrozarla para robarla»
Biden ha denunciado también que lo que está haciendo Trump con el programa de jubilaciones y prestaciones responde a un plan mayor. “Quieren destrozarla para poder robarla”, ha dicho citando a Martin O’Malley, un exgobernador que fue el último comisionado de la Seguridad Social durante su mandato.
En la argumentación de Biden, Trump necesitará compensar los recortes de impuestos que pretende sacar adelante y que beneficiarán a las rentas más altas metiendo la tijera en programas como la Seguridad Social o los programas públicos de salud.
El republicano ha prometido repetidamente que no tocará la Seguridad Social ni Medicaid o Medicare y su gobierno ha respondido al discurso de Biden acusándole de mentir.
Horas antes la secretaria de prensa de la Casa Blanca había sido más insultante hacia el demócrata de 82 años. “Me deja de piedra que vaya a hablar por la noche”, dijo Karoline Leavitt en rueda de prensa. “Pensaba que su hora de acostarse era mucho antes de la del discurso”. La intervención de Biden due sobre las cinco de la tarde en Chicago.
Era un golpe bajo que volvía la vista a una cuestión que plagó el final del mandato de Biden y le forzó a pasar el testigo a Harris como candidato: el declive de la capacidad física y mental del mandatario. Y es un tema que va a volver a los focos con la publicación de al menos un par de libros que, según lo que se ha avanzado, van a abordar ese declive y cómo se gestionó por parte de asesores del expresidente. Trump y su gobierno insisten en que se ocultó a la ciudadanía su verdadero estado y han llegado a decir que parte de las acciones de final de su presidencia no las tomó él.
El discurso de Biden ha llegado el mismo día en que otro expresidente demócrata, Barack Obama, reaparecía en X (la antigua Twitter) para atacar a Trump, también sin citarlo directamente, al aplaudir a la Universidad de Harvard por resistirse al “intento ilegal y torpe de sofocar la libertad académica”, una alusión a las presiones y amenazas del republicano.