En las últimas horas trascendió que la familia del mítico arquero Hugo Orlando Gatti tomó la difícil decisión de retirarle el respirador mecánico. El Loco continúa internado en terapia intensiva desde hace más de dos meses y su condición de salud es «irreversible«.
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El diagnóstico que enfrenta Gatti es de «neumonía e insuficiencia cardíaca y renal, en coma farmacológico«. Hasta ahora, permanecía conectado a un respirador, sin embargo, este domingo, las personas más cercanas al exfutbolista de 80 años se presentaron en el hospital Pirovano y decidieron retirarselo. «En virtud a su estado de salud irreversible, sin posibilidad de recuperación, procederán al retiro de ventilación mecánica, en el transcurso del día«, señala el parte médico oficial.
El Loco acumula más de 60 días de internación, tras haber sufrido una fractura de cadera que desencadenó una infección intrahospitalaria y una insuficiencia renal.
«Todo lo que no sea empeorar es mejora. Es un proceso lento y sabemos que necesitamos paciencia. En eso estamos«, había comentado Lucas, uno de sus hijos, hace menos de una semana.
Los problemas de salud del exarquero no son recientes. En 2020, durante la pandemia de coronavirus, padeció una neumonía bilateral mientras se encontraba en Madrid, donde era parte del conocido programa deportivo español «El Chiringuito de Jugones».
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Su trayectoria como arquero
Hugo Gatti defendió los arcos de Boca, River, Gimnasia y Esgrima La Plata, Unión de Santa Fe y Atlanta. Su etapa más brillante fue en el Xeneize, donde se transformó en el arquero con más partidos disputados en la historia del club, con un total de 417.
Durante su estadía en Boca, levantó dos Copas Libertadores (1977 y 1978), una Copa Intercontinental (1977), y dos torneos Metropolitanos (1976 y 1981). En otros equipos, jugó 224 partidos con el Lobo, 93 con el Millonario, 45 con el Tatengue y 38 con los Bohemios. A nivel internacional, defendió el arco de la Selección Argentina en 18 oportunidadesy no participó de ningún Mundial, en el 78 por lesión y en el resto por un desencuentro con Menotti que lo llevo a renunciar a la Albiceleste.
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Entre sus marcas resalta que, a lo largo de su carrera, contuvo 26 penales y jugó profesionalmente hasta los 44 años, uno de los más longevos de la historia del país, lo que lo consolidó como una leyenda del fútbol argentino.
Más allá de los números, Gatti dejó una huella con un estilo de juego innovador para su época. Arriesgado, hábil con los pies y carismático, fue un pionero que rompió moldes y se adelantó a su tiempo. Su melena larga, su característica vincha, su presencia en los medios y su forma de atajar lo convirtieron en un personaje emblemático tanto dentro como fuera del campo.