El Museo de Bellas Artes de Córdoba estrena Doble Tempo, una iniciativa impulsada por la Consejería de Cultura y Deporte para promover el trabajo de artistas emergentes a través de intervenciones que conectan la creación actual con las piezas históricas del museo. Así lo ha anunciado el delegado territorial, Eduardo Lucena, quien ha subrayado que el proyecto «fusiona pasado y presente en una experiencia sensorial única».
La primera de las dos intervenciones programadas este año llegará el 23 de abril y se mantendrá hasta el 7 de septiembre. Bajo el título De barro y flor, la artista Ana Rod instalará en la sala V del recinto una serie de esculturas cerámicas biomórficas, inspiradas en el mundo natural, en diálogo directo con Vista de Córdoba, de François-Antoine Bossuet (1840-1845), y Bodegón de naranjas, de Rafael Romero de Barros (1863). La presentación tendrá lugar ese mismo día a las 20.00 horas, con la también participación del DJ Juan López durante el acto.
Los autores
Rod, nacida en La Coruña y formada en diseño de moda, ha orientado su carrera hacia las artes plásticas, destacando por su personal lenguaje escultórico. Su obra en Córdoba recreará criaturas imaginadas, casi arqueológicas, surgidas del río Guadalquivir o del azahar, con formas orgánicas que invitan a la contemplación.
En octubre será el turno de Arturo Garrido, arquitecto de formación y artista multidisciplinar. Su intervención, aún sin título definitivo, girará en torno al barroco cordobés y ocupará la sala dedicada a este estilo, mediante una propuesta que combinará escultura, pintura y nuevos medios, generando un juego visual que busca reinterpretar el patrimonio desde la mirada contemporánea.
Ambas intervenciones, comisariadas por Rafael Jiménez Reyes, consolidan la apuesta del museo por abrir sus salas al arte vivo, en busca de generar nuevas lecturas sobre sus colecciones permanentes.